Durar Yo pasaré y apenas habré sido, —frágil destino de mi pobre arcilla—. Hijo, cuando yo no exista, tú serás mi carne, viva. Verso, cuando yo no hable, tú, mi palabra inextinta. Ángela Figuera Aymerich Deja una respuesta Cancelar la respuestaTu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *Comentario * Nombre Correo electrónico Web
Deja una respuesta