Femmes damnées
Muchacha, si te entregas a los cerdos,
merecerás morir en la matanza.
No sería en todo caso más horrible que la horrible,
cínica contradanza.
Pregúntate por qué has de estar debajo
si eres mejor que ellos.
Créeme, muchacha, la heteropatía
nunca fue un buen invento.
Fatiga
Hay demasiadas cosas
de las que preocuparse,
siempre distintas, siempre imprescindibles,
y nunca se termina,
y apenas se respira… Y además
está el muchacho que jamás nos mira,
la chica que no sabe que la amamos
Y Platón predicando represiones…
Y a esto le llaman vida…
Señores, yo sé bien de los venenos
Señores, yo sé bien de los venenos
de la literatura:
la tiranía impúdica y terrible
de una Belleza impura
que nos mancha los labios de palabra,
los ojos de figura
y el cerebro de sueños o pecados,
en flagrante, diabólica impostura.
No la deseo a nadie, y nadie
debe desearla nunca,
pero benditos los que se someten
a su mirada oscura.
Hastío
El bello mundo me produce asco.
Si pudiera, lo haría
saltar en pedacitos por los aires,
y con él a mí misma.
Yo no pedí vivir; si Tú me hiciste,
es tu culpa, no la mía.
Atrévete a juzgarme si tu pobre
criatura se suicida.
Pastoral
(A la serena duerme mi ganado…)
Miguel Hernández
A un cordero que es entre los rebaños
lo que un muchacho hermoso entre la gente
lo quiero con cariño diferente,
más propio de un rapaz que de mis años.
Come de mi mano, bebe de los caños
de metal renegrido de la fuente;
me bala, y su balido sonriente
inunda de dulzor los aledaños.
Esta mañana en que yo estoy bordando
grecas en un mantel, y canta el tordo,
y mi cordero bala casi hablando,
mientras él bala y brilla el sol y bordo,
me pregunto si lo querré igual cuando
envejezca y se vuelva fuerte y gordo.
Vaguedad
Ya no sé lo que creo ni lo que soy.
Me gustaría ser perfecta:
ni hombre ni mujer,
material pero sin mancha alguna
de materia.
Sin embargo mi peso en el colchón
me dice que me deje de bobadas.
de “Las moras agraces“
Nada
Sobre las altas bóvedas del cielo,
yo habité los palacios donde el hielo
brilla en azul, y en busca de consuelo
me embriagué de licores celestiales.
Y en las cámaras bajas del subsuelo,
los antros llameantes del desvelo
y del vicio, y en busca de consuelo
me emborraché con vinos infernales.
Ahora quieren que elija: o uno u otro.
No saben que, una vez la elección hecha,
seguiría buscando, insatisfecha
criatura a medio hacer, sobre la cresta
de la duda hasta el fin, y no hay respuesta
posible, nada, nunca…
Ni Uno ni Otro.
Vamos a ver,
señor Baudelaire:
quiero ganar un premio,
¿qué tengo que hacer?
¿Impresionarles con la fuerza de mi rabia?
¿Hacerles
estremecer?
Pero, señor, si ya se ha hecho todo:
cada ocurrencia que pueda tener
ya la han tenido otros mil antes que yo,
ya la han escrito,
y, si una vez lo hubo,
ahora ya sí que no hay nada nuevo
bajo el sol.
Pienso en los ismos y me gustan todos,
realmente hay cosas muy interesantes
aun las más opuestas, esto y aquello,
pero, delante de ellos,
¿qué voy a hacer?
Ya no me queda sino leerle
a usted,
y a Oscar Wilde y a Huysmans y a Verlaine,
y admirar a los piojos de Rimbaud,
pero ¿escribir yo?
Si ya se ha hecho todo, si su pelo verde
hoy no llamaría la atención,
si todas las metáforas están ya manidas, monsieur,
¿voy a escribir yo?
¿Para qué?
Hecatombe IX
Entibiara yo mi noche
al resplandor de tu día,
alegría sin reproche,
alma mía, niña mía.
Contigo sé que tendría
para mi ardiente amargura
la mano suave, la cura,
el nido blandones consuelo;
Amor,Belleza,Ternura:
el inalcanzable anhelo.
de “Hecatombe“
Oremos
Líbranos de la pena porque ella
destroza el corazón larvadamente
y trae sombra a los ojos de los niños.
Líbranos de la dicha porque a ella
le siguen siempre penas que la hacen
aún más amarga que las penas mismas.
Líbranos del dolor que nos reduce
a tristes bestias de ojos humillados
que sólo buscan un rincón caliente.
Líbranos del placer que nos obliga
a creer que este mundo es dulce y bueno
justo hasta que salimos del encanto.
Líbranos del mal hado y la pobreza
que nos azotan con mano invisible
hasta que maldecimos nuestros nombres.
Líbranos del buen hado y la abundancia
que vierten la ponzoña gris del tedio
en la copa de oro del cinismo.
Páthei máthos
Con errores y piedras
levanté una muralla
y ahora es más difícil que golpeen
las puertas de mi casa.
Si faltan mis amigos
sobrevivo sin ellos
y gracias a los dioses bondadosos
mis enemigos se han marchado lejos.
En un cofre de plomo
guardo hebras doradas
que nadie va a quitarme si no quiero.
Yo mando en lo que encierra la muralla.
A pesar de las ruinas
de las leyes sagradas, y del odio,
que ensucian los rincones.
Así el dolor lo justifica todo.
De Rincones sucios (2004; 2011 en La Bella Varsovia)
Jitanjáfora del lenguaje político
—La farandolina en la lejantaña de la montonía
El horimento bajo el firmazonte…
Vicente Huidobro
—¡Democrad! ¡Libertacia! ¡Puebla el vivo!
¡No dictaremos más admitidores!
Pro lometemos, samas y deñores,
nuestro satierno va a gobisfacerles.
Firmaremos la gaz, no habrá más perra,
zaperán juntos el queón y el lordero,
y quiero promerer y lo promero,
vamos a felicirles muy hacerles.
(Y el horimento bajo el firmazonte,
o el firmazonte bajo el horimento
—ye ca no sé—, brillaba, groma y aro).
—Que me se raiga un cayo si les miento;
fuimos soertes, y, mo lás pimtortante,
¡blasamos hiempre claro!
de Las moras agraces, 1999
Carmen Jodra Davó (Madrid, España, 27 de agosto de 1980-Madrid, 24 de julio de 2019).Poeta y novelista ganadora del premio Hiperión a los 18 años. Licenciada en Filología Clásica por la Universidad Autónoma de Madrid. Ganó el XIV Premio Hiperión en 1999 con su primer poemario ‘Las moras agraces‘. Su segundo poemario, ‘Rincones sucios, fue publicado en 2004, y fue distinguido con el accésit del XIX Premio Joaquín Benito de Lucas de Talavera de la Reina. Jodra obtuvo una beca de creación otorgada por el Ayuntamiento de Madrid para residir en 2004-2005 y 2005-2006 de la Residencia de Estudiantes.
Tras el poemario Rincones sucios publicado de nuevo en 2011 por La Bella Varsovia, no publicó ningún otro poemario.
A su muerte en julio de 2019 por un cáncer, cuando tenía solo 38 años, quedaron, no obstante, borradores de otros textos, como el del poemario El libro doce (que publicará, como los anteriores, La Bella Varsovia), una novela y partes de otra.
Su obra ha sido recogida en varias antologías de poesía española como La generación del 99 (1999); Antología de las mejores poesías de amor en lengua española (2000); Aldea Poética II (2000); Un siglo de sonetos en español (2000); La voz y la escritura. 80 propuestas poéticas desde los Viernes de la Cacharrería (2001); Mujeres de carne y verso (2002); Ni Ariadnas ni Penélopes. Quince escritoras españolas para el siglo veintiuno(2002) y Orfeo XXI. Poesía española contemporánea y tradición clásica(2005).
La publicación del libro Pero afuera en el mundo no hay palabras (2020) de Polibea/Ediciones de la Revista Áurea (Mester de Vandalía) es un homenaje a Carmen.
Enlaces de interés :
Carmen Jodra Davó visual
Deja un comentario