Esta página es de poesía pero también queremos dar presencia a algunas mujeres que, aunque no escribieron poesía, o no destacaron por ser poetas, su voz como mujeres, pioneras, pensadoras y/o escritoras es tan importarte en la historia que creemos deben ser incluidas.
Este es el caso de la extraordinaria Caterina Albert, que tuvo que refugiarse detrás del seudónimo Víctor Català, nombrada miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona en 1923. Es considerada una de las mejores plumas del siglo XX en lengua catalana.
Una de nuestras Imprescindibles.
Peonies silvestres
A Tissy Bartomeu de Carreras.37
Exasperades flors color de brisa,
ab pètals fins com somnis de materia,
d’un altre somni secular, miratge,
que, fidel, refloria cada anyada.
De la vella Tarraco38 portentosa
gentil exudació primaverenca,
que omple l’agre de porpra tan invicta
com la sang sacrosanta dels seus martres.
¿Qui va espargir per comes y planures
vostre sement que, cada dotze mesos,
del pregón del misteri ressuscita
per omplir d’aspre aroma l’ayre tebi?
Moren els ibers39 y’ls que’ls engendraren;
dels òssos dels románs ni la pols queda;
se congelen les faules de l’Historia
y fins les dures pedres s’esmenussen;
mes vosaltres, ab tot, gentils i frévols
–somriu estilitzat de la materia–,
per segles y mes segles perduravau
com símbol inmortal de la poesia. /
Porpra girada en flor per un miracle,
per miracle torneu sobre la terra
y cad’any ençiseu als candis homes,
que en miracles y Deus encar somnien
y dels somnis n’han fet l’estat de gràcia.
Frévols y esbatanades flors de porpra
de la morta Tarraco vida viva,
que a raies de mudançes y de segles
clapeu de sang les comes y planures,
en dolçes beatituts ungint les ánimes.
La vostra aroma aspriva
com un vi generós els senys pertorba
y’ls fa volar de mon en mon, ingràvits,
fins assolir les regións angèliques.
Quan vostres pètals en desmay s’esfullin,
prou sabrem que un nou any cau damunt nostre
ab son pes esfullant la nostra vida
que, ay! com vosaltres, poch tindrá atorgada
cap nova primavera.
Cuaderno escolar de Caterina
Íncipit
Tot canta o brunz en el món
sa cançó misteriosa;
tot és un concert immens
per qui no té ànima sorda.
De lo poc que jo he comprès,
aquí te n’ensenyo mostra;
les mostres no valen gens:
la cançó és la que és hermosa;
sols que canta dintre els cors
i no es sent de part de fora.
Qui la vulga oir ben bé,
no cal pas que escolti a l’home,
que ha d’obrir de bat a bat
la seva ànima devota i escoltar de l’Infinit
els cants sota l’ampla volta.
Sols aixís sabrà com són
les cançons misterioses.
Cant de juliol
Juliol roent, roent,
ubriac de llum i de vida;
Juliol roent, roent,
passa corrent,
passa corrent!
Portes el deliri als ulls
i en la sang les foguerades;
portes el deliri als ulls
i tot tu bulls.
Déu meu, com bulls!
Deixaràs els camps rostits
i escaldades les parpelles;
deixaràs els camps rostits
i els esprits
entenebrits.
Ton deliri destructor
ofega en son si la vida;
ton deliri destructor
crida a la mort,
que mai fa el sord.
No t’estimo, Juliol,
lasciu com una bagassa;
no t’estimo, Juliol,
roent d’un sol,
erm de consol.
Juliol roent, roent,
ubriac de llum i de vida;
Juliol roent, roent,
¡passa corrent,
passa corrent!
Cant d’Octubre
De dos en dos, els gotims en la tòria;
de dos en dos, els gentils vremadors;
de dos en dos, el promès i promesa;
de dos en dos, la muller i l’espòs.
Que és saborosa la fruita d’Octubre!
Que grat i tebi el sol benfactor!
Que tou el pa ben nevat de farina!
L’amor honest, oh que fèrtil i dolç!
Sobre la terra morena, d’Octubre,
cauen els pàmpols malalts de color,
com un desmai de la vida sobrera,
com una pluja d’estrany desconhort.
Quan bufarà la primera ventada,
se’ls endurà entre mortalla de pols.
Oh, quin esglai don la mort de les fulles!
Oh, quin calfred en les teles del cor!
És que s’acosten les neus i gelades;
és que s’acosten les pluges i trons;
és que s’acosta la trista hivernada
sense deliris, corrandes ni flors.
Tantost acabi la vrema ensucrada,
darrer esclat de gaubança i calor,
barra la porta a l’estiu que s’allunya,
i encén la llar, que vull seure a ï’escò.
És l’hora dolça de calma serena;
és l’hora dolça de pau i arredós;
es l’hora dolça de les remembrances;
és i l’hora dolça d’esposa i espòs.
Caterina Albert i Paradís (L’ Escala, Gerona ,España, 11 de septiembre de 1869- L’ Escala, 27 de enero de 1966), más conocida por el seudónimo Víctor Català, escritora y poeta que creó toda su obra en catalán, nombrada miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona en 1923. Es considerada una de las mejores plumas del siglo XX en lengua catalana.
Fue la mayor de los cuatro hijos de Dolores Paraíso Farrés y del abogado y político Lluís Albert i Dolors Paradís. Básicamente fue educada e instruida en el seno de su familia. Únicamente fue a la escuela primaria de su pueblo y pasó un año en un pensionado de Girona, donde empezó a estudiar francés.
Culturalmente, la familia le facilitó, con clases particulares, que profesara sus inclinaciones artísticas por el dibujo, la pintura y la escultura, que compartió con la creación literaria hasta comienzos del siglo XX. Fue también en la misma familia donde encontró el ambiente propicio para su autodidactismo literario: su madre escribía poesías y su abuela era una gran conocedora del folclore y la cultura popular. También le fue de ayuda disponer de un estudio, donde disfrutar de la privacidad necesaria para dedicarse a escribir y a su gran afición por la lectura, que la llevó a comprar, semanalmente, libros y revistas . A los catorce años comienza a escribir y a pintar.
Al margen de las primeras tentativas que suponen algunos trabajos publicados con el pseudónimo de Virgili Alacseal en L’Esquella de la Torratxa, la vida literaria de Caterina Albert se inició públicamente en 1898, cuando en los Jocs Florals de Olot le premiaron un poema, «Lo llibre nou» y un monólogo teatral, La infanticida. Se trata, este último, de un texto duro, considerado inmoral, de modo que le sugirieron algunos cambios con el fin de poder ser representado, a lo que la autora se negó. A raíz del escándalo que generó que una joven soltera y de buena familia escribiera un texto con esa temática y el tono audaz con el que la abordaba, Caterina Albert decidió que nunca más volvería a firmar con su nombre y, como otras escritoras europeas de la época, se vio forzada a esconder ya para siempre su verdadera identidad bajo un seudónimo masculino publicó toda su obra con el nombre de Víctor Català. En cuanto a la obra, no fue representada y fue ignorada hasta 1967, año en que se publicó por primera vez.
En 1901 publicó un libro de poemas, El cant dels mesos y 4 monòlegs en vers, considerados en ese momento de autoría masculina, que recibieron muy buenas críticas.
Le siguieron Llibre Blanc-Policromi-Tríptic [Libro Blanco-Policromio-Tríptico](1905), un volumen de teatro, tres recopilaciones de cuentos, Drames rurals [Dramas rurales] (1902), y Ombrívoles [Sombrías] (1904)
Su novela, Solitud [Soledad] (1905), considerada su mejor obra, apareció primero en fascículos de la revista Juventut y en 1905 publicada como libro. Está considerada una de las novelas fundamentales de la literatura catalana, encuadrada en el Modernismo catalán, junto a la obra de Raimon Caselles, Prudenci Bertranay Joaquim Ruyra. La novela fue premiada con el premio Fastenrath en 1909 y traducida a varios idiomas.
En 1907 publicó otro libro de narraciones, Caires vius, (Aristas vivas)
A partir de 1907 se produce un silencio editorial de la autora, que se retrae ante los ataques novecentistas a la narrativa rural. Los volúmenes de cuentos La Mare-Balena [La Madre Ballena] (1920) y Contrallums [Contraluces] (1930), la novela Un film 3.000 metres [Un film de 3.000 metros](1926) y la antología Marines [Marinas] (1928), configuran su segunda etapa, que quedará interrumpida por la Guerra Civil y los primeros años de la dictadura franquista. Los cuentos de estos volúmenes presentan las mismas características que los anteriores. Con la novela, en cambio, la autora pretende, por una parte, adaptarse a la modernidad, introduciendo elementos procedentes del cine, y demostrar, además, su capacidad para escribir una novela ciudadana de ambiente no burgués.
En la posguerra publica un volumen de cuentos en castellano, Retablo(1944), uno de prosas literarias no narrativas, Mosaic [Mosaico] (1946) y dos recopilaciones de cuentos, Vida mòlta [Vida machacada] (1950) y Jubileu [Jubileo] (1951), que aún demostraban la gran capacidad narrativa de Víctor Català.
Colaboró en diversas publicaciones periódicas como Joventut, La Il·lustració Catalana o Feminal. Presidió los Jocs Florals de Barcelona de 1917 donde pronunció el discurso De civisme i civilitat y fue nombrada miembro de la Real Academia de Buenas Letras de Barcelona en 1923, donde leyó el discurso «Sensacions d’Empúries».
Caterina permaneció soltera toda su vida, entregada a su pasión por la literatura, no sin criticas y menosprecios, bajo rumores sobre su elección de vida. Vivió de las rentas familiares en su pueblo natal y después de la muerte de su padre y de su abuela materna cuidó de su madre y administró el patrimonio familiar. Viajó por Europa y residió temporadas en Barcelona, donde a partir del año 1904 disponía de un piso.
Su obra poética es, como la teatral, poco conocida y está constituida en gran parte por monólogos de carácter trágico con influencias románticas.
La arqueología fue otra de sus pasiones y formó una colección de más de 300 piezas, algunas de ellas procedentes de los terrenos que su familia poseía cerca de las ruinas de Ampurias.
Caterina Albert i Paradís falleció en La Escalada el 27 de enero de 1966, a la edad de 96 años.
Entre el año 1953 y 1997 se convocó anualmente el premio de cuentos y narraciones que llevó el nombre de “Premi Víctor Catalá” convocado por la Editorial Selecta. A partir de 1998, la editorial es adquirida por Edicions 62 y el premio pasó a llamarse “Premi Mercè Rodoreda”.
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Fuente de la bio : https://lletra.uoc.edu/es/autora/victor-catala-caterina-albert/detall
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