Ellen Key

“Arte, esa gran iglesia no dogmática”

Ellen Key

Este blog es de poesía pero también queremos dar presencia a algunas mujeres que, aunque no escribieron poesía, o no destacaron por ser poetas, su voz como mujeres y escritoras es tan importarte en la historia que creemos deben ser incluidas.

Este es el caso de la extraordinaria Ellen Key.

Ellen Karolina Sofía Key (Sundsholm, Suecia, 11 de diciembre de 1849 – Estocolmo, 25 de abril de 1926). Escritora, pedagoga,filósofa, teórica del diseño, pacifista y feminista. Sus ideas sobre la necesidad del apoyo del Estado a la maternidad y la infancia posteriormente influyeron en la legislación social de muchos países. Ha sido considerada como una de las primeras expositoras del movimiento de la Nueva pedagogía.

Ellen era hija de Emil Key, un propietario agrícola dedicado a la política con tendencias liberales y de Sofia Ottiliana Posse, una madre que educó a Ellen en casa, con dos institutrices. A Key la educaron bajo un rígido cristianismo pero desde pequeña leía todo lo que abarcaba su insaciable deseo de conocimiento.Además de su admiración por las novelistas inglesas y por las obras más importantes del romanticismo alemán, estuvo profundamente influenciada por los escritos de Herbert Spencer, John Stuart Mill, Charles Darwin, Thomas Henry Huxley( biólogo defensor de las ideas darwinistas) y Auguste Comte.

La única ocasión en que asistió a la escuela fue para tomar el Curso de Educación para Mujeres Adultas de Jenny Rossander, y lo hizo solo durante el invierno porque también tenía que cumplir con tareas de la casa, como ser la secretaria de su padre.

En 1868 su padre obtuvo un escaño del Riksdag, el parlamento sueco, y se mudaron a Estocolmo.

En 1883, la familia de Key sufrió reveses financieros, se perdió el patrimonio familiar y ella se vio obligada a mantenerse en Estocolmo. Mientras enseñaba en el nuevo arbetareinstitut de Estocolmo (instituto de trabajadores de Estocolmo, fundado en 1880), comenzó a inclinarse hacia el socialismo. La industrialización de Suecia comenzó en las últimas décadas del siglo XIX, tarde en comparación con Inglaterra, Francia, Alemania y los Estados Unidos. Estocolmo experimentó especialmente un crecimiento demográfico a gran escala, absorbiendo un número cada vez mayor de nuevos inmigrantes, sin mucha construcción nueva. Las condiciones de vida de los pobres de Estocolmo a finales de siglo eran considerablemente peores que en la mayor parte del resto de Europa. Las familias de clase trabajadora con hasta ocho hijos a menudo se apiñaban en una sola habitación. Las personas más pobres vivían en las estructuras de madera en descomposición de la periferia exterior de Estocolmo.

En este contexto, Key transfirió su preocupación inicial por los pobres rurales de Suecia a las clases trabajadoras de las ciudades suecas. Inspirada por ideas reformistas no muy diferentes a las de Jane Addams, Key formó una asociación llamada Tolfterna (Las doce) que reunió a mujeres profesionales de clase media con mujeres de clase trabajadora para ayudarlas a mejorar su forma de vida. En 1885 cofundó Nya Idun (New Idun), una organización de mujeres artistas e intelectuales que dirigió hasta 1900. Durante los mismos años, se hizo amiga de destacados socialdemócratas. En 1889, Key defendió enérgicamente (y es famoso) a los líderes socialistas que habían sido encarcelados por el gobierno sueco por escritos ateos, entre ellos August Palm (1849–1922) y Hjalmar Branting (1860–1925), fundadores y primeros líderes del naciente movimiento socialista. Partido Socialdemócrata. Después del establecimiento formal del partido en 1889, apareció con Branting en las reuniones del partido, donde habló sobre las condiciones laborales de las mujeres.

Las conferencias de Key en el Instituto de Trabajadores estaban abiertas al público; pronto también comenzó a dar conferencias en sindicatos y clubes de trabajadores en Estocolmo, y para grupos de estudiantes en universidades suecas y finlandesas. Sus conferencias le ganaron gran fama: era, según todos los informes, una oradora cautivadora. Sus charlas, vívidas, extemporáneas, presentadas con un comportamiento modesto (casi tímido) y en voz baja, llamaron la atención de grandes audiencias de artistas, arquitectos, filósofos, figuras literarias, políticos, estudiantes y trabajadores.
A principios de la década de 1890, Key fue una figura central en la vida intelectual de Estocolmo. Escribió regularmente para periódicos radicales, dio numerosas conferencias y comenzó a publicar sus conferencias y artículos como libros. Ya había leído y apreciado a Kierkegaard y Nietzsche y promovería las ideas de Nietzsche entre los intelectuales de Estocolmo. Ella y sus allegados se reunían en su departamento en Valhallavägen o en la casa de la artista Hanna Pauli (1864-1940) para conversaciones semanales sobre socialismo, pacifismo, educación, filosofía, religión y arte .
Los amigos literarios y artistas de Key eran afines a las ideas del filósofo estético del siglo XVIII Carl August Ehrensvärd (1745–1800). Ella y su círculo suscribieron la creencia de Ehrensvärd de que los artistas y arquitectos suecos tenían la misión especial de lograr un modelo casi primitivo de simplicidad. También compartieron la opinión de Key de que Suecia debía comenzar a desempeñar un papel de liderazgo en la educación de Europa continental y el resto del mundo en una nueva estética.

Aproximadamente desde 1900 hasta 1909, las conferencias de Key fuera de Suecia magnificaron su fama. También en este momento comenzó una enorme correspondencia con intelectuales extranjeros, correspondencia que mantuvo hasta el final de su vida. Asímismo comenzó a atraer discípulos del extranjero, como el poeta alemán Rainer Maria Rilke, el novelista y libretista austriaco Stefan Zweig, Lou Andreas-Salomé (filósofa alemána, compañera de Nietzsche y Rilke), y Mamah Bouton Borthwick y su amante Frank Lloyd Wright. Borthwick fue uno de los primeros visitantes de Key en Strand; tradujo cuatro de las obras de Key al inglés (del alemán), y ella y Wright organizaron su publicación en los Estados Unidos.

Faceta de escritora :

Ellen Key comenzó su carrera como escritora a mediados de la década de 1870, con ensayos literarios. «Libros contra libros de texto», fue su primer ensayo ampliamente leído y se publicó en el periódico Verdandi en 1884. Siguió con el panfleto En Libertad de Expresión y Publicación (1889). Sus siguientes trabajos se enfocaron en su punto de vista sobre la educación, la libertad personal, y el desarrollo independiente del ser individual. Estos trabajos incluyen:

Individualismo y Socialismo (1896)

Imágenes del Pensamiento (1898)

Seres Humanos (1899)

Las Líneas de la Vida (1903 – 1906)

Neutralidad de las Almas (1916)

El Movimiento Feminista ( 1912)

La Generación Joven (1914)

Guerra, Paz, y el Futuro(1916)

En 1900 publica ” El siglo de los niños” donde asegura que la mejor forma de enseñar se basa en la bondad. Su texto proponía una nueva pedagogía familiar en la que no se golpeara a los niños y niñas como forma de coacción, reconocerles un ámbito de libertad para aprender, despenalizar el error, incorporar a los padres en la labor educativa, implicar al Estado en la enseñanza, crear escuelas mixtas, suprimir el castigo, etc. El siglo de los niños, tras su aparición, fue inmediatamente traducido a numerosas lenguas y ampliamente difundido. Su autora veía al siglo XX como el de la eclosión de los derechos del menor.

Ellen Key planteó una propuesta tan avanzada que la Pedagogía moderna reconoce esta obra entre sus fuentes principales y su texto sigue utilizándose en las escuelas de pedagogía.

En 1903 publicó “Love and Marriage” (Amor y Matrimonio), una obra con amplia repercusión en numerosos países desde Alemania hasta Japón. En sus argumentos defiende la idea de que las mujeres podían lograr su máximo desarrollo como seres humanos a través de su contribución a la sociedad como madres. Pero también sostenía que las condiciones de regulación de la maternidad debían ser reestructuradas y protegidas por el Estado tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista político. Su dependencia económica durante los años de crianza era la causa según su análisis de la subordinación femenina por lo que la responsabilidad debía poder asumirla al gobierno. También solicitaba el abierto reconocimiento de la vertiente sexual del amor, incluyendo el placer sexual de la mujer, algo que escandalizaba a quienes defendían la moral tradicional.

Ellen Key fue una de las primeras mujeres de Europa en cuestionar los roles de la mujer, además de escribir libros y dar clases de orientación feminista. Fue una destacada liberal y una de las primeras defensoras de los derechos políticos de las mujeres. Una socialista comprometida. También había una veta de anarquismo en su pensamiento, derivada en parte de su fuerte compromiso con el individualismo y en parte de su naturaleza rebelde y contenciosa. Fue una destacada pacifista antes, durante y después de la Primera Guerra Mundial. Condenó el cristianismo, diciendo que él y el ascetismo eran enemigos de la belleza, el arte y la cultura. Desarrolló una religión personal, profética del existencialismo moderno, en la que la santidad es inmanente en la naturaleza, en la gente común y en la vida cotidiana.

Mas de cuarenta libros y cientos de ensayos y artículos periodísticos fluyeron de su pluma. La mayoría de estas obras surgieron de los muchos cientos de conferencias que dio en los países escandinavos, en Francia, Italia, Finlandia y más extensamente en Alemania.

Gran parte de los escritos de Key trataban de la estética, de la importancia del amor por la belleza en todos los ámbitos de la vida. Key predice una nueva era, un “Tercer Imperio” de razón, justicia social, creatividad, paz y belleza. Predice que cuando un nuevo arte haya conquistado la industria, “haciendo la vida cotidiana festiva y hermosa, para ricos y pobres”, la belleza del hogar se extenderá a la sociedad, a la arquitectura y al urbanismo. Luego, “bajo . . . condiciones sociales modernas, hermosas ciudades, monumentos y edificios [serán] creados.”

En su obra “Beauty in the Home”, , Key afirma que la nueva sensibilidad estética debe comenzar en el entorno doméstico. Lo bello, escribe, es lo que es práctico, útil, con un propósito, y que expresa el alma de su usuario o creador. Todas las personas, agrega, necesitan crear un entorno hermoso para sí mismas, y esta creación comienza en el hogar. Si la belleza existe en el hogar, escribe Key, las vidas se transformarán y, en última instancia, todos los aspectos de la sociedad. La nueva estética no estaría restringida a los ricos, ni a los artistas y conocedores. La gente común —agricultores y trabajadores— lo lograrían más fácilmente porque su gusto no habría sido corrompido por la moda y porque poseerían menos cosas. La vivienda y su mobiliario deben ser cercanos a la naturaleza, hechos en la medida de lo posible con materiales naturales, no con productos industriales. Cada trabajador, escribió Key una vez, es un artista potencial. Key también creía que toda mujer es una artista potencial. El nuevo gusto y la nueva estética serían creados principalmente por mujeres, en parte debido a su devoción por la utilidad —“todas las mujeres se dan cuenta de que todo lo que es útil es digno de respeto”—, pero también en su papel como cuidadoras y artistas del hogar, “de la cual [la mujer] es el alma.” La madre, en particular, es la fuente del cambio, creía Key, tanto como artista del hogar y la educadora de los niños dentro de él. Al educar a una nueva generación, las madres fundarían una nueva era. Fuera del hogar, dijo Key, las mujeres también tenían un papel especial que desempeñar: eran la fuente de crianza, cuidado y, de hecho, pasión, dentro de la sociedad. Sus tareas eran las de la “maternidad”, que ella veía como el fomento de la individualidad creativa y la reeducación del gusto entre todos los ámbitos de la vida.

Las referencias a la luz aparecen una y otra vez, no solo como consejos de decoración, sino también como metáforas de iluminación y transformación. Para lograr el progreso moral y social que comenzará en el hogar, para pasar al siglo del niño y al imperio milenario de la justicia y la belleza, debemos “dejar que la luz del sol entre a raudales”

Los académicos han comenzado recientemente a escalar la verdadera montaña de material —sus propias cartas, discursos, ensayos, artículos de revistas y periódicos y libros, así como publicaciones y manuscritos comparables de sus admiradores y detractores— involucrados en el estudio de su obra. Por lo tanto, hay mucho en la vida y el pensamiento de Key que permanece oscuro.

De lo que no cabe duda es que Ellen Key fue una de las intelectuales más influyentes de su época.

Las ideas pedagógicas radicales de Ellen Key son parte de la base de la escuela escandinava moderna. A pesar de la importancia y el alcance de sus publicaciones, Ellen Key, aun hoy, sigue siendo una gran desconocida.

“Todo, todo en la guerra es una barbaridad… Pero la peor barbarie de la guerra es que obliga a los hombres colectivamente para cometer actos contra los cuales individualmente que se rebelarían con todo su ser “

Ellen Key