“Un poeta es alguien que dice verdades elementales”
J.A.Gonzalez Iglesias
Exceso de vida
Desde que te conozco tengo en cuenta la muerte.
Pero lo que presiento no se parece en nada
a la común tristeza. Más bien es certidumbre
de la totalidad de mis días en este
mundo donde he podido encontrarme contigo.
De pronto tengo toda la impaciencia de todos
los que amaron y aman, la urgencia incompartible
de los enamorados. No quiero geografía
sino amor, es lo único que mi corazón sabe.
En mi vida no cabe este exceso de vida.
Mejor, si te dijera que medito las cosas
(fronteras y distancias) en los términos propios
de la resurrección, cuando nos alzaremos
sobre las coordenadas del tiempo y el espacio,
independientemente del mar que nos separa.
Sueño con el momento perfecto del abrazo
sin prisa, de los besos que quedaron sin darse.
sueño con que tu cuerpo vive junto a mi cuerpo
y espero la mañana en la que no habrá límites.

Acepto que la belleza es fulguración …
Acepto que belleza es la fulguración
natural de las cosas naturales.
Me digo que tus dientes mostrados en sonrisa
son eso. Que tus ojos me dan tanta dulzura
porque cumplen remotas instrucciones gen éticas.
Que tu cuerpo de hombre con mi cuerpo de hombre
construyen un lugar necesario en el mundo.
Que nada extraordinario hay en dos que se aman.
Pero, cuando te abrazo una noche tras otra
y me encuentro tu pulso a oscuras en cualquiera
de los puntos que laten en tu cuerpo dormido,
cruza por mi cerebro la palabra milagro.

Jardim Gulbenkian
Para César Antonio Molina
Hay una relación fuerte entre el jardín y la liturgia.
Es una forma estructurada de la esperanza.
Presupone la idea de la divinidad,
la teoría de juegos, la sintaxis.
Es una letanía mensurada en el aire.
Pone lo momentáneo en lo eterno.
Nos pertenece a todos, por lo tanto.
Cualquiera que camine entre las especies
vegetales que fueron elegidas por el amor de alguien,
queda signado por la perfección.
Contiene lo mejor del paganismo.
Recupera una dulzura irrecuperable
que de pronto está a nuestro alcance como lo están las frutas.
Preserva la constancia de que el mundo fue bueno.
Aporta un conocimiento envolvente.
Descansa el corazón en su verdura.
Deja fuera el dinero, a tan grande distancia
que ni siquiera hace falta maldecirlo.
No rige aquí ninguna de las cosas que no deberían regir.
Celebro la presencia del agua, en el lago ordenado,
y en los círculos frescos donde se fotografían soldados en
su día libre.
Me siento con aquel a quien amo en el tranquilo
anfiteatro exterior,
cuyas gradas de hormigón traen la memoria de la piedra
hasta erigir una umbría miniatura de Epidauro.
Al entrar he notado lo mismo que la primera vez que vine.
Este espacio prodigioso cercano al estuario
del Tajo y a la amplitud definitiva del Atlántico
fue concebido en un momento único
en el que coexistía la arquitectura de Le Corbusier
con el canto en latín del Veni Creator,
durante unos segundos todo tuvo sentido.
Todo lo anterior y todo lo posterior eran simultáneos.
Me asombra que perdure. Sé que perdurará.
Los veinteañeros lo aprecian desde el presentimiento.
Lo intuyen prescindiendo de datos exhaustivos.
Cumple los ideales de igualdad sin violencia.
Se hicieron sus caminos para el libre albedrío,
su itinerario para conciliar lo abstracto y lo concreto.
Y su tierra esponjada para recuperar el tacto de la arcilla.
Posee esprit de finesse y esprit de géometrie.
A la hora de la siesta, en la ladera
que lleva hasta el nuevo pabellón donde se exhiben
obras de arte que requieren una apología de los
caramelos,
un joven semibárbaro con el torso desnudo
practica malabares entre sus camaradas.

De todo lo visible y lo invisible
Para Juan Antonio González Fuentes
De todo lo visible y lo invisible,
¿a cuál de los dos reinos pertenece
este jardín? ¿Será de uno en el otro
como el azur heráldico, que entra
de un campo a otro del emblema y alza
un cometa de plata, otro marino,
cada uno en contrario firmamento?
Este contraste entre el jardín y el mundo
algo quiere decir. Yo sé que algo
habrá de esta serena maravilla
en el futuro. Esa certidumbre
me acompaña según voy recorriendo
el fresco itinerario que algún día
alguien imaginó, y fue primero
dibujo en el papel y luego tierra
removida, semillas, brotes, granos,
esquejes, tallos, tiempo que dejaron
una estación tras otra, que se fuera,
la lentitud que tanto se parece,
y la paciencia, a la eternidad
hasta un día a finales de febrero
en que todo florece. Yo ahora creo
y espero todo. Y niego que seamos
materia nada más, solo energía.
Oh travesía imperecedera.
Estos planos de verde diferente,
el paisaje ofrecido como mano
para la arquitectura y para el hombre,
el viviente sinople, la sorpresa
del lago irregular, el movimiento,
la brisa que se ajusta según pasa
a cada cosa y canta en cada brizna,
reitera todo un himno que hace siglos
fue entonado, escandiendo hacia lo alto
las sílabas del símbolo. Evitemos
todo lo pernicioso. Conozcamos.
Haya luz en los cuerpos, fuego, alguien
que tenga en cuenta nuestros corazones.

Capoeira
Felices los flexibles.
Sus tobillos son súbitos
puntos en el espacio, como estrellas fugaces
en el atardecer. Sus pies alados
no pisan las cabezas de los hombres
porque no quieren. Cercan,
sobrevuelan los cinco centímetros de aura
donde el otro se guarda.
Nadie
diría que han estado durmiendo hasta hace poco,
que han trabajado duro a lo largo del día,
o han estado metidos en rollos malos, porque
ahora
levantan un tobillo por encima
del horizonte
y con el otro pie tocan la tierra.
Así proyectan arcos instantáneos,
con las extremidades inferiores.
Son preferibles a los arquitectos,
y a los programas de diseño gráfico
más potentes. Benditos
los acróbatas nuevos.
Luchan de dos en dos, como los que se aman.
Se atrapan mutuamente en un deseo
que los hará volver. Con golpes inaudibles
se aproximan. Se alejan de los demás mortales.
Tan simbólicamente
tan intrincadamente
combaten, que los ángulos
los pantalones blancos de algodón intangible
las líneas y los músculos euclídeos
trabajan
como instrumentos de alta precisión
al servicio de una sorprendente pureza.
Nada les interrumpe durante media hora.
Jóvenes conflictivos de barrios marginados
cada tarde reducen a cero la violencia.
Felices los descalzos
que conocen a ciegas
el número perfecto de la arena.
Nadie más libre que estos descendientes
de esclavos.
Felices los flexibles.

Cuestión cuya respuesta no importa
para Christian Law Palacín
Se pregunta el teólogo
medieval si dos ángeles
pueden
hablar –comunicarse–
sin que los otros ángeles los oigan.
No importa la respuesta
sino la sensación
casi física
de que bajo esos códigos simbólicos
se dibuja una exacta
definición de cómo
funciona la poesía
trasmitida en especie
de libro, y este raro
placer que proporcionan
las cosas del espíritu
siempre
que se escriba en minúscula.

Exceso de vida
Desde que te conozco tengo en cuenta la muerte.
Pero lo que presiento no se parece en nada
a la común tristeza. Más bien es certidumbre
de la totalidad de mis días en este
mundo donde he podido encontrarme contigo.
De pronto tengo toda la impaciencia de todos
los que amaron y aman, la urgencia incompartible
de los enamorados. No quiero geografía
sino amor, es lo único que mi corazón sabe.
En mi vida no cabe este exceso de vida.
Mejor, si te dijera que medito las cosas
(fronteras y distancias) en los términos propios
de la resurrección, cuando nos alzaremos
sobre las coordenadas del tiempo y el espacio,
independientemente del mar que nos separa.
Sueño con el momento perfecto del abrazo
sin prisa, de los besos que quedaron sin darse.
sueño con que tu cuerpo vive junto a mi cuerpo
y espero la mañana en la que no habrá límites.

Lo sencillo
Para Amalia Bautista
Lo sencillo está diseminado por el mundo.
A veces no se ve, porque es diáfano.
Su lugar es la rutina tanto como el acontecimiento.
No necesita explicación porque ya está desplegado.
Estaba antes y estará después.
Vuelve verdaderamente inolvidable
el encuentro con otro ser humano.
Convierte las cosas en momentos.
A pesar de lo que pudiera parecer,
lo complicado no prevalecerá.

Juan Antonio González-Iglesias (Salamanca, 22 de septiembre de 1964). Poeta, crítico, traductor, artista plástico y profesor titular de Filología Latina en la Universidad de Salamanca. Doctor por la Universidad de Salamanca con la tesis Estudio del género del diálogo en autores latinos tardíos 1995. Dirigida por Dra. Carmen Codoñer Merino.
Completó su formación literaria en Florencia y en la Escuela de Estudios Superiores en Ciencias Sociales de Paris.
Como artista plástico participó en el ciclo Senza Titolo de Trento y en la exposición Life/Live del Musée d’Art Moderne de París.
Publicó su primer poemario en 1993 bajo el título «La hermosura del héroe», galardonado con el Premio Vicente Núñez.
Desde entonces, y a lo largo de mas de treinta años, ha construido una obra poética sólida y profunda.
Como traductor, entre los poetas latinos ha traducido a Ovidio (Amores y Arte de amar), Horacio (Arte poética), Catulo (Poesías) y los Priapeos. También ha traducido los poemas de amor de James Laughlin.
Dirige el proyecto de investigación La felicidad en la historia: de Roma a nuestros días, del Programa Logos Fundación BBVA de Ayudas a la Investigación en Estudios Clásicos (SEEC, Instituto IEMYRhd), uno de cuyos resultados es el número sobre la felicidad de la revista Litoral.
Ha sido asesor de literatura en el Servicio de Actividades Culturales de su universidad. Ha colaborado como crítico literario en los suplementos culturales de los periódicos ABC y El País.
González-Iglesias ha sido profesor invitado en diversas universidades europeas y norteamericanas.
Obra poetica
- La hermosura del héroe (Premio Vicente Núñez 1993, Diputación de Córdoba, 1994)
- Esto es mi cuerpo (Visor, 1997)
- Vayamos hacia el norte aunque sea dando la vuelta por el sur (La Borrachería, 2001)
- ¿Qué consideración no merecen quienes han cometido atentados contra la belleza del mundo?(2002)
- Más hermosura (CELYA, 2002)
- Un ángulo me basta (IV Premio Internacional de Poesía Generación del 27, Visor, 2002)
- Olímpicas (El Gaviero Ediciones, 2005)
- Eros es más (XIX Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe, Visor, 2007.)
- Del lado del amor (Poesía reunida 1994-2009), Visor, 2010.
- Ceci est mon corps (Prix des Découvreurs 2014, Circe, 2012. Edición bilingüe castellano-francés de Esto es mi cuerpo)
- Confiado (XXXVI Premio Internacional de Poesía «Ciudad Autónoma de Melilla», Visor, 2015). Obra finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León en 2016.
- Jardín Gulbenkian (Visor, 2019). Premio Gil de Biedma y obra finalista del Premio de la Crítica de Castilla y León en 2020
- Nuevo en la ciudad nueva (Ed. Visor, 2024)
Ademas de los premios mencionados González-Iglesias ha sido reconocido con el Premio Castilla y León de las Letras en su edición correspondiente a 2024. El jurado ha acordado, por unanimidad, concederle este premio “por la densidad, relevancia y firmeza de su trayectoria poética”.
Enlaces de interés:
https://www.diariodeibiza.es/ibiza/2015/10/16/poesia-fuerte-carga-erotica-30376747.html
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