«A veces, los cuentos son retumbos y destellos de hechos ciertos. Contamos lo que ocurrió. Otras veces, los cuentos son pedazos de sueños. Contamos para que ocurra.»
Liliana Bodoc
Las cuatro maravillas del mundo
Aire que silba
Fuego que fuega
Agua que corre
Tierra que espera
Agua más Tierra, arcilla
Agua más Aire, espuma
Fuego más Agua, agua calentita
Aire con aire, flauta
Tierra con tierra, huerto
Fuego con fuego, amor
Agua con aguacero
Apenas cuatro esencias,
cuatro dulces puñados
en el caldero,
¡y ya olía a magnolias
el Universo!

Poesía

Noche de diablos
En la noche más noche
se encienden las antiguas
hogueras de los diablos.
Deambula el hechicero
sobre el caparazón de una tortuga.
Un antifaz mastica
la carne de una fruta misteriosa.
Cara sobre otra cara,
las máscaras invitan
a ser lo que no somos,
lo que jamás seremos:
cometas emplumados,
brujos con cinco sombras,
marionetas de fuego.
En la noche más noche
las máscaras batallan
y bailan por sus vidas.
Desenvainan espadas,
escupen luz de pólvora y veneno.
Un antifaz ovilla
el largo cuerpo azul de una serpiente.
En la noche más pozo de tan negra
las máscaras invaden las ciudades,
se suben a los techos
y desde alli convocan a la fiesta.
Que salgan los huraños,
que ría el que no ríe.
Que convide el avaro,
que mientan los honestos,
que brinquen los ancianos…
Máscara sobre cara,
en la noche más noche,
somos otros.
Cuando amanezca
las máscaras caerán detrás de los bostezos
a dormir por lo que dure el frío.
Acabado el festejo,
para dicha y desdicha,
volveremos a ser nosotros mismos.

Los auténticos reyes de la historia
Me voy de carnaval
A murguear, a construir la fiesta.
¿Va a venir a escucharme? Yo soy de los que cantan.
«Vamos rojo al ritmo de la murga»
Me contaron que esto de la murga es viejo como usted.
¡No se me enoje!
Eso me hace feliz porque me da un pasado.
No un día sino muchos
Un pasado, ¿me entiende?
Un barrio como un mundo.
«Todos los domingos siempre voy a estar
Recordando siempre al que ya no está»
Me voy de carnaval, de redoblantes.
Burla para el infierno.
Me voy de mascarada a celebrar que somos los que fuimos.
Después pase un ratito y me saluda.
«Vamos rojo al ritmo de la murga»
Y de repente se rompió la risa.
Se deshizo la gracia.
¿Qué pasa?
¿Por qué duelen los cantos?
¿Quién golpea? ¿Quién corre?
Mi máscara chorrea por la frente.
¿Por qué, si estoy bailando?
Mañana, cuando ya no tenga miedo
Voy a pensar despacio.
Mañana voy a entenderlo todo
Y que ¡Oh, dale oh!
No hay paliza más grande que una fiesta del pueblo.
¡Dale, oh! ¡Dale, oh!
Ellos van a pasar
Y la murga
Va a seguir calle arriba
Dale oh, dale oh
Hasta la vida.
Primera persona
Yo, primera persona del singular.
Yo tengo
Pero Yo no soy Tengo
porque
si un huracán se lleva todo
y me deja tan solo con lo puesto.
Yo seguiría siendo.
Yo estoy.
Pero, atención,
porque aunque cambie de lugar,
aunque cambie de barrio y de ciudad
yo sigo siendo.
Por las noches yo duermo
pero no soy Dormir
porque cuando despierto
sigo siendo
Yo canto.
¿Y si no canto?
Yo juego.
¿Y si no juego?
Yo estoy aquí y allá
yo tengo, yo no tengo
yo canto y desencanto
yo esta tarde no juego
pero yo sigo siendo.
Yo soy yo cuando Soy.
No soy Tener.
No soy Estar.
Yo soy
Ser
en primera persona del singular.

Yo en el laberinto
Como la vida, el laberinto
se envuelve sobre un eje misterioso.
Termina donde dobla.
Se quiebra, zigzaguea,
desanda en espiral y avanza en círculo.
Gira sin avisar que la línea se enrieda
en un nudo ovillado que no empieza.
Continúa y se junta en el centro de un lazo que intersecta un camino bifurcado.
Se mete en la madeja de curvas paralelas cortadas por un eje
de trayectoria recta.
Propone cinco ángulos
en diagonal trazados
para encontrar el centro
del paralelogramo.
Parecido a la vida, el laberinto
no está señalizado.
Por eso es conveniente recordar
que no siempre el atajo es el atajo.
Y caminarlo lento,
sin correr tras la prisa
porque al final de día, comprendemos:
fue mejor el andar que la salida.
La poesía
Recuerdo muy bien aquel mundo de agua donde empezó mi vida. Lo recuerdo porque puedo imaginarlo, porque puedo conjeturarlo. Ese mundo de agua, redondo y sin fondo, donde adquirí mi forma fue la metáfora primera que conocí. Y el canal entre mi madre y yo, fue el primer verso.
Porque la poesía es una conjetura acerca de lo inefable. Un modo, quizás el único, de
acercarse a las quimeras.
Recuerdo también el día en que mi madre se quedó parada a mis espaldas, mientras yo subía las escaleras de la mano de una mujer vestida con guardapolvo blanco. La mujer me dijo que no llorara, que iba a enseñarme a dibujar la letra m. Entonces, llegó de nuevo la poesía. Y entendí que el lenguaje puede ser la extensión del regazo materno.
También recuerdo cuando ocurrió al revés, y fue mi propio vientre una metáfora de agua.
Puedo recordar cuando yo fui la madre detenida a espaldas de mi niña. Aquella vez, regresó la poesía a explicarme los sentidos del tiempo.
Hoy recuerdo mi muerte.
Puedo recordarla porque puedo imaginarla, puedo conjeturarla.
Si en ese trance consigo aceptar que es nuestro deber dejar sitio a los otros, entonces la muerte no será más que la mejor metáfora del amor.

Yo en el espejo
Le pregunté al espejo
si era yo ése que estaba.
Me preguntó el espejo
si era yo ése que estaba.
Con mi mano derecha
toqué su mano izquierda.
Me reí con su risa.
Me miró con mis ojos.
Quise entrar y no pude.
Pero cuando me fui
se quedó solo.


Las cuatro maravillas del mundo
Aire que silba
Fuego que fuega
Agua que corre
Tierra que espera
Agua más Tierra, arcilla
Agua más Aire, espuma
Fuego más Agua, agua calentita
Aire con aire, flauta
Tierra con tierra, huerto
Fuego con fuego, amor
Agua con aguacero
Apenas cuatro esencias,
cuatro dulces puñados
en el caldero,
¡y ya olía a magnolias
el Universo!

Liliana Chiavetta, Liliana Bodoc ( Santa Fe, Argentina, 21 de julio de 1958- Mendoza, Argentina 6 de febrero de 2018) Desde los cinco años vivió en Mendoza, posteriormente en El Trapiche,cerca de la Ciudad de San Luis. Estudió Licenciatura en Letras en la Universidad de Cuyo y ejerció la docencia en colegios de la misma universidad.
Publicó su primera novela, Los días del Venado en el año 2000,novela con la que abre una trilogía de épica fantástica y que fué premiada por la feria del libro de Buenos Aires y obtuvo la mención especial de The White Ravens en el año 2002. En 2002 publicó la secuela de Los días del Venado con el título de Los días de la Sombra que también obtuvo buenas críticas .En 2004 publicó el tercer y último libro de lo que forma Saga de los Confines, con el título de Los días del Fuego,culminando así lo que podría ser considerada una trilogía épica-mágica, inspirada en las leyendas aborígenes de Latinoamérica. Una reelaboración de sagas al estilo de las de J. R. R. Tolkien, desde una mirada «latinoamericanista» en la que pequeños actos se entretejen con los épicos, y donde niños y mujeres tienen un rol protagónico y son capaces de torcer el rumbo de las cosas. La Saga de los Confines, trilogía inspirada en la América precolombina, es considerada uno de los textos más importantes entre las publicados en Argentina en la última década .
En sus propias palabras:
«El modelo tolkieniano es eurocéntrico, patriarcal, ario y eclesiástico. Esos lugares me alejaron y capitalicé también esa distancia para escribir una saga con otra visión del mundo. Para crear este universo leí durante meses libros sobre las culturas mapuche, azteca y maya”.
En 2004 publicó el libro de cuentos infantiles Sucedió en colores y en 2007 el cuento La mejor luna En el 2008 publicó la novela El espejo africano, en 2009 su obra Presagio de Carnaval y El mapa imposible, publicado en 2011. En 2015, Bodoc presenta la serie Elementales, relatos ilustrados por Johanna Wilhem e inspirados por los cuatro elementos de la naturaleza: Silfos (aire), Ondinas (agua), Salamandras (fuego) yNomos (tierra). Ese mismo año publico Tiempo de dragones, la profecía imperfecta, literatura juvenil, con ilustraciones del artista Ciruelo Cabral.
Autora de más de treinta títulos dirigidos a un amplio rango de edades, Bodoc escribió novelas , poesía y cuentos para niños . Igualmente escribió guiones de cine, teatro y una novela que se cruza con el cómic y la historieta,Sus libros han sido traducidos al alemán, francés, neerlandés, japonés, polaco, inglés e italiano y han vendido miles de ejemplares (más de 140 mil, a lo largo de 16 reediciones).
Ha obtenido numerosos premios y reconocimientos, entre ellos:
- Premio Feria del libro de Buenos Aires, 2002
- Mención Especial White Ravens, 2002 y 2013
- Premio Calidoscopio de Venezuela, 2003
- Premio Konex 2004: Literatura Juvenil
- Premio Barco de Vapor, 2008
- Premio Konex de Platino 2014: Juvenil
Enlaces de interés :
Liliana Bodoc Visual