10 Poemas de  Amelia Rosselli

Tutto il mondo è vedovo

Tutto il mondo è vedovo se è vero che tu cammini ancora
tutto il mondo è vedovo se è vero! Tutto il mondo
è vero se è vero che tu cammini ancora, tutto il
mondo è vedovo se tu non muori! Tutto il mondo
è mio se è vero che tu non sei vivo ma solo
una lanterna per i miei occhi obliqui. Cieca rimasi
dalla tua nascita e l’importanza del nuovo giorno
non è che notte per la tua distanza. Cieca sono
ché tu cammini ancora! cieca sono che tu cammini
e il mondo è vedovo e il mondo è cieco se tu cammini
ancora aggrappato ai miei occhi celestiali.

Todo el mundo es viudo

Todo el mundo es viudo si es verdad que tú caminas todavía

¡Todo el mundo es viudo si es verdad! ¡Todo el mundo

es verdad si es verdad que tú caminas todavía, todo el

mundo es viudo si tú no mueres! Todo el mundo

es mío si es verdad que tú no estás vivo mas eres sólo

una linterna para mis ojos oblicuos. Ciega quedé

desde tu nacimiento y la importancia del nuevo día

no es más que noche por tu distancia. ¡Ciega soy

ya que caminas todavía! Ciega soy ya que caminas

y el mundo es viudo y el mundo es ciego si tú caminas

todavía aferrado a mis ojos celestiales.

De: Variazioni belliche (1964)

Las flores crecen como dones

Las flores crecen como dones y después
se dilatan
una vigilancia aguda las silencia
no cansarse jamás de los dones

El mundo es un diente arrancado
no me pregunten por qué
hoy tengo tantos años
la lluvia es estéril.

Buscando las semillas destruidas
eras la unión marchita que buscaba
robar el corazón de otro para después
usarlo.

La esperanza es un daño quizá definitivo
las monedas resuenan crudas en el
mármol
de la mano.

Convencía al monstruo de que se
escondiera
en los cuartos limpios de un albergue
imaginario
había en el bosque pequeñas víboras
embalsamadas.

Me disfracé de cura de la poesía
pero para la vida estaba muerta
las vísceras que se pierden
en el barullo
mueres barrido por la ciencia

El mundo es sutil y plano:
Deambulan allí pocos elefantes, obtusos.    

Variaciones bélicas

No te miraré a la cara de cerca, ni desde
aquel lejano pliegue en la colina lo llamas
tu experiencia quemada. Lleno de remordimiento
sigues vivo, yo me quemo en un ardor que no
puede sonreírse. Y las alegres terrazas de la invernal
pelea de viento, granizo y hálito de mezclada
primavera van a arar el suelo con su línea cruel. Yo
miraré mientras tanto cómo lloras, por los valles
del momento que no disfrutaste, la oración arroja todo
en los trapos sucios del que huye: reza: sarcástica
te pongo al nivel del suelo raso de la rosa ciudad de la que
conoces tú solo el ardor salvado que tu vileza
intercambió.

Si el alma pierde su don entonces pierde terreno, si el infierno
es algo real, entonces en mi alma renace la Abisinia.
Si el alba decide morir, entonces el río de nuestras
lágrimas se ensancha, y la voz de Dios se queda contemplada.
Si el alma es la timidez de los sentidos, entonces el amor es una
ciencia que se entrega al primero que pasa. Si el alma vende su
equipaje entonces la tinta es paraíso. Si el alma
desciende de su pedestal, la tierra muere.

Contemplo los pájaros que cantan pero mi alma está
triste como soldado en guerra.

Por tu piel olivácea, por tu mandíbula colgante
por esas dientes tuyas virginales por tus pelos oscuros por tu
amor imposible por tu sangre oliváceo y la
mandíbula inferior colgante por la administración de bienes
que no aconseja armonías diversas, por el amor y el misterio
por tu voracidad y por la mía por sondear tú abismos
imposibles por mis delirios de grandeza por fortalecerte
tú por mi debilidad por caer tú y por levantarte
siempre se llamará quimera el breve viaje realizado a las
estrellas.

Porque no espero volver nunca a la ciudad de las bellezas
heme aquí volviendo en mí misma. Porque no espero volver
nunca a encontrarme, heme aquí de vuelta entre muros. Los muros sólidos
e ignaros encierran al prisionero.

¡Todo el mundo es viudo si es verdad que aún caminas,
todo el mundo es viudo si es verdad! ¡Todo el mundo
es verdad si es verdad que aún caminas, todo el
mundo es viudo si no mueres! Todo el mundo
es mío si es verdad que no vives sino eres
solo una linterna para mis ojos oblicuos. Me quedé ciega
cuando naciste y la importancia del nuevo día
para tu distancia solo es noche. ¡Ciega soy
por que camines aún! Ciega soy porque caminas
y el mundo es viudo y el mundo es ciego si tú
aún caminas agarrado a mis ojos celestiales.

Perdóname perdóname perdóname

Te amo, te hubiera amado, te amo

Tengo el amor mas sorprendido por ti

lo más sorprendido que puedas imaginar.

Te amo te adoro y te venero

Te busco en todos los pinares

Te encuentro en cada rincón

y tuya es la vida que he perdido.

Al perderlo te he entendido al perderlo

Te sorprendí perdiéndolo vi

¡cita! El otro lado del bosque de pinos

estaba tan oscuro! ¡solitario! ¡ruinoso!

Ser como tú no es tan fácil;

parece pero no es parece

que tan fácil estar contigo pero

que no es tan fácil.

Te amo, te amo, te amo

Caí en la red del mal

mis manos están manchadas de tinta

para amarte en el mal.

Cristo no tuvo un plan tan fácil

en la mente luchando por la desilusión

Cristo tenía la espada y la vaina con él

No tuve ninguna sorpresa.

No hay franqueza en tus ojos

la benevolencia era tan rara

intercambiando golpes con mi amo

pero te hubiera encontrado.

¿Te quiero? Te amaría Muchas cosas

en el cielo y en el prado recuerdan

amor que huye, que huye

detrás de las casas.

Detrás de cada fachada ve eso

que nunca quise saber; detrás

cada fachada ve

lo que no hay hoy.

mi orina fresca se esparce

¡Tus pies y el sol bailan! ¡danza! ¡danza! – fuera

la ventana nunca querrá

cerca para aquellos que no tienen un vientre plano. Análisis sonriente

se unirá – ¡pero yo bailo! ¡danza! – ileso porque

El sol baila, porque la vida es femenina en las plantaciones

sin cultivar si lo sabes. Un tonto de ébano se movió mucho

cupido en su

firmeza: girar! ¡ronda! como tres gracias alrededor de su punto

del olvido! 

Hay como un dolor en la habitación

Hay como un dolor en la habitación, está
superado en parte: pero vence el peso
de los objetos, su significación de
peso y pérdida.

Hay como un rojo en el árbol, pero es
el naranja de la base de la lámpara
comprada en lugares que no quiero recordar
porque ellos también pesan.

Como nada puedo saber de tu hambre
precisa en el querer
en las estilizadas fuentes
bien puede situarse el revés de un destino
de hombres separados por un oblicuo sonido.

De alivio en alivio

Alivio tras alivio, las rayas blancas los papeles blancos

un alivio, pasando por una bicicleta nueva

con la lejía que rocía el cementerio.

Alivio tras alivio con la chaqueta blanca que sobresale pardusca

sobre el abismo, aparador con tatuajes y teléfonos alineados, mientras

esperaba al Honorable Rivulini me desabrochaba.

Telégrafo de casa en casa, una bicicleta extra, por favor, si puede

empujar de alguna manera. De alivio en alivio empujas mi bicicleta

amarilla, mi fumar transitivo. Alivio tras alivio todos

los papeles esparcidos por el suelo o sobre la mesa, suave al creer

que el futuro me espera.

¡Qué futuro me espera! Que el futuro me espera

Bíblica en su grandeza, no encontré un destino retorcido

haciendo las rondas de los carniceros.

de”Serie Ospedaliera” (1969)

La santidad de los santos padres era algo tan

mudable que yo decidí apartar cualquier duda

de mi cabeza por desgracia demasiado clara y dar

el salto hacia un adiós aún más arriesgado. Y fue

entonces

cuando la santa sede se tomó la molestia de saltar

los fosos, no sé cómo, pero me dejó alucinada.

Y fue entonces cuando los miserables despojos de

nuestros muertos

rimaron en el todo en un retumbar iracundo,

oh yo canto por las calles pero sólo el santo padre

sabe adónde conducirá todo esto. Y tú las santas

molestias llevarás de rosillas hasta ese confesor tuyo

y él te dará a ti esa bendita bendición

que yo desearía que fuese de pan y de aceite. Así que

como decíamos yo estaba tendida sobre la hierba

pútrida

y las canciones de amor sobrevolaban mi cabeza

aquejada de amor, y mascullaba tempestades y

plegarias, y todas las luces del santo padre estaban

encendidas. Sí, la santa sede mascullaba canciones

pueriles también ella y todos los automóviles de los

artistas más ricos eran acogidos dentro de sus muros;

oh desdén, ni siquiera el cauto examen de conciencia

logra

que podamos disimular nuestros más fangosos

defectos

como por ejemplo el desvarío de los manoseados

versos o el lagrimeo sobre los muros inclinados de

nuestras

ambiciones: colores aromáticos, de cera, remarcados

en el aromático establo de los gourmets. Pero ningún

odio preparo en mi cocina excepto

la cansada bestia oculta. Y si el mar que

fue aquella lejana bestia oculta me preguntara

qué ha sido de mi deseo desmesurado, le respondería

pero déjame tranquila, estoy más que harta de

tus demoras. Pero él sabe mejor que yo cuáles

son las virtudes del ser humano. Yo le digo que más

feliz es la tarántula en su propio jardín,

él me contesta pero tú no sabes capturar. Las riendas

se me escapan si no respeto el poder de la

racionalidad lo sé tú lo sabes lo saben algunos pero

de la misma manera la querida tienda de los

descontentos a veces

perfora también mis sueños. Y tú lo sabes. Y yo

lo sé pero todavía llevo a la vanguardia a cuestas

sobre mis hombros y ríe y escupe como una vieja

bruja, y ni siquiera sé dónde tengo que

coger el tranvía que acrecienta tus sueños,

y mis estrellas. Pero tú ves que yo también he perdido

la irisada gracia de quien sabe pasar por encima

de esas menudencias. Debo comer. Tú debes correr.

Yo debo levantarme. Tú debes correr con el rabo

colgando.

Yo me levanto, tú extiendes los brazos en un largo

penoso adiós, con la sonrisa rígida y forzada en

tu boca más bien poco atractiva. ¿Y qué es esa

luz de la verdad cuando ironizas? Nada más

que esa pobre prensa obtuviste de mi corazón herido.

Ya nunca sabré mirarte a la cara; lo que

deseaba decir se ha marchado por la ventana,

lo que tú eras era otro batallón contra el que

ya soy incapaz de enfrentarme; ¿entonces qué nueva

libertad

buscas entre las cansadas palabras? No la blanda

ternura

de quien está en casa bien protegido entre sus altas

paredes y piensa en sí mismo. No el cansado

descuido

del gigante que sabe que no puede rimar nada más

que dentro

del círculo cerrado de sus apesadumbrados conocidos;

la luz es un premio de Dios, y él prefirió venderla

antes que verla sucia entre las manos descuidadas.

Fragmento de La libélula (Sexto Piso, 2015)

Impromptu

Creándoselo, el futuro, en modo
ingenioso, lo limpié del horror
vacío de un traidor vacío, que había
fingido ser trasvase de una verdad
eterna, que si no se va yo no

puedo seguir entre los vivos
siendo la mecha o amenaza que soñabais
que yo era, sino tierno cura en su lugar,
de tierna, pequeña burguesía
de luto, mientras todo se parece
a este llanto de luto

y duradero fue el verano en este
campo de luto, mientras el amarillo
solo era gris- amarillo pintado
como en la tierra y color irreal
se tomaba incluso libertades como

estarse allí tumbado en la tierra. Cuando
con las rodillas ya no dobladas por la
melancolía alcancé al juglar
campo de hierba aliento y grano en
abundancia es casi como si lo hubiera
pintado yo, ese campo, todos creen que
es paz y en realidad es victoria.

Corre sobre el filo la noticia o es
solo mío, el campo, el grano
la tierra oculta a los turcos o
son los tallos qué palabra tan fina

y culta me inspiran realidades que vagabundean
de una tasca a otra.

Un sol celeste

Un sol celeste, una rociadura de grumos de cristal

mañana temprano, la luz no se ha apagado: barrios rebosantes

de senilidad: la lavandera con el cesto pero sus hombros

tiemblan. ¡Dedicada tranquilidad en pequeñas dosis! rojo

el malestar, si tu cabeza dormita.

Propongo un encuentro con la calavera 

Propongo un encuentro con la calavera 

mantengo firme y constante

un desafio a la calavera

encerrada en la fe imposible

el amor propio de las bestias.

.

Cada día de su existencia inexplicable

 palabras mudas en fila.

Amelia Rosselli (París, Francia, 28 de marzo de 1930-Roma, Italia, 11 de febrero de 1996). Poeta, traductora y musicóloga.

Hija de Marion Cave activista política inglesa y de Carlo Rosselli, un héroe de la resistencia antifascista, su padre y su tío fueron asesinados en 1937 por La Cagoule, el servicio secreto del régimen fascista, mientras vivían en el exilio en Francia. Entonces comenzó el éxodo familiar, en Inglaterra y en Estados Unidos. Rosselli regresaría a Italia en 1946. Fue Pier Paolo Pasolini quien descubrió la poesía de Rosselli, publicando en la revista literaria Il Menabò, en 1963, veinticuatro de sus poemas y definiendo su escritura poética como «escritura de lapsus».

 En 1964, cuando tenía 35 años publicó su primer libro, una colección de poesías, titulada Variazioni belliche.

En 1966 empezó a publicar críticas literarias en distintos periódicos, como Paese Sera y L’Unità. En 1969, publicó Serie ospedaliera, escrito en quince días durante uno de sus frecuentes ingresos hospitalarios y Amelia Rosselli obtuvo con dicho libro el Premio Argentario de 1969.

En 1981 apareció Impromptu, un extenso poema dividido en trece secciones y en 1983 Appunti sparsi e persi, con textos escritos entre 1966 y 1977.

Varios de sus textos autobiográficos, escritos en diversos periodos, fueron recogidos y publicados en 1990 con el título de Diario ottuso.

Rosselli pasó su vida dedicada al estudio de la composición, la música y la etnomusicología, y participó de la vida cultural de la Italia de posguerra como poeta y traductora. Amelia Rosselli encontró en la poesía una vía de escape de una vida atravesada por crisis y depresión . La muerte de su madre en 1949 y otras circunstancias personales le provocaron crisis nerviosas. En clínicas suizas e inglesas le diagnosticaron esquizofrenia paranoide, algo que Rosselli nunca admitió reconociendo sólo tener alguna lesión en el sistema extrapiramidal, conectada con los síntomas de la enfermedad de Parkinson, que se le manifestaron ya a los 39 años.

Sus composiciones no son fáciles de interpretar, algo de esperar de una mujer políglota que escribía sus obras en inglés, italiano o francés y cursó estudios de filosofía, literatura y matemática. Su extraordinaria producción literaria, muy experimental, incluye poemas y prosa en inglés, francés e italiano.

Amelia Rosselli vivió en Roma los últimos veinte años de su vida. Se suicidó en 1996, saltando desde su apartamento en un quinto piso de la vía del Corallo en Roma cuando estaba atravesando una grave depresión. Triste homenaje a una de sus poetas favoritas Sylvia Plath , quien también se suicido un 11 de febrero…

Enlaces de interés :

https://elcuadernodigital.com/2019/05/29/sin-paraiso-fuimos-de-amelia-rosselli/

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