Betty Friedan

“Una mujer debe poder decir, y no sentirse culpable al hacerlo, ’¿Quién soy? y ¿Qué quiero hacer en mi vida?’ No se debe sentir como una persona egoísta y neurótica si quiere alcanzar metas propias, que no estén relacionadas con su esposo e hijos”

B.Friedan

Este blog es de poesía pero también queremos dar presencia a algunas mujeres que, aunque no escribieron poesía, o no destacaron por ser poetas, su voz como mujeres, pioneras, pensadoras y/o escritoras es tan importante en la historia que creemos deben ser incluidas.

Este es el caso de la gran Betty Friedan, considerada una de las madres fundadoras de la segunda ola del feminismo.

Betty Naomi Goldstein,  Betty Friedan (Peoria, Illinois EE.UU; 4 de febrero de 1921-Washington D. C., 4 de febrero de 2006). Psicóloga, teórica y líder feminista. Friedan fue cofundadora y presidenta en 1966 de la Organización Nacional de Mujeres (NOW por sus siglas en inglés), pionera en el movimiento de mujeres y que en el siglo XXI se mantiene como una de las organizaciones feministas mas importantes de EE. UU. En 1963 escribió La mística de la feminidad, un libro clave en la historia del pensamiento feminista y considerado como uno de los libros de no ficción más influyentes del siglo XX. Publicado por WW Norton & Company, había vendido más de tres millones de copias en 2000.

Hija de  Miriam Horwitz, de origen húngaro y de Harry Goldstein, un empresario de origen ruso y judío que regentaba una tienda de joyas. Ya en su infancia, Betty experimentó en su propia familia la frustración de su madre al tener que dejar su trabajo como editora en un periódico cuando se casó y empezó a tener hijos. 

Betty era una niña despierta y una estudiante brillante que tras pasar por la escuela y el instituto, se graduó en Psicología en el Smith College en 1942 y en 1943 logró una beca de la Universidad de California en Berkeley para realizar estudios de posgrado donde estudió con el renombrado psicoanalista Erik Erikson. Allí renunció a una segunda beca para seguir formándose para complacer al hombre con el que salía entonces y se trasladó a Nueva York donde colaboró con varias publicaciones. Betty era editora, redactora y reportera en U.E. News. donde permaneció hasta 1952.

En 1947 se casó con Carl Friedan, un joven director de teatro y posteriormente ejecutivo publicitario, del que se divorciaría 22 años después.

En 1952, cuando se encontraba embarazada de su segundo hijo, Betty fue despedida de su trabajo. Se convirtió en “ama de casa” dedicada al cuidado de los tres hijos de la pareja: Daniel, Emily y Jonathan y a las tareas domesticas. Tan solo hacia algunos trabajos periodísticos como free lance. Betty empezó a observar que las mujeres que como ella habían abandonado el mundo profesional y se habían recluido en la vida doméstica no eran del todo felices. Había algo que sobrevolaba el ambiente, una suerte de frustración no verbalizada, algo que ella terminó definiendo como “el mal que no tiene nombre”. 

Un encuentro que tuvo unos años después con antiguas compañeras de estudios resultaría determinante para su futuro. A raíz de un encargo del Smith College sometió a sus colegas a un minucioso cuestionario y descubrió que su insatisfacción con la vida que llevaba no era algo personal sino colectivo.

Las conclusiones de este primer estudio, presentadas en el artículo “I say: Women are People Too” (cuyo borrador fue rechazado por varias revistas para mujeres, más interesadas en publicar artículos sobre decoración y cocina), reflejaban la pérdida colectiva de identidad de las mujeres de su generación y la llevaron a iniciar un análisis de campo sobre el papel que, en la sociedad estadounidense de la posguerra y la guerra fría, se asignaba a las mujeres.

Se entrevistó en profundidad con más de ochenta mujeres de diferente condición: estudiantes de enseñanza secundaria o superior, amas de casa y madres jóvenes, mujeres que rondaban los cuarenta años… Paralelamente, recurrió a psicoanalistas, sociólogos, antropólogos y expertos en psicología femenina y en educación familiar para conocer sus puntos de vista.

Resultado de este estudio fué “La mística de la feminidad”. El libro se publicó en 1963 y marcó no solo su vida sino la historia de las mujeres occidentales en la segunda mitad del siglo XX. En el libro critica el rol femenino en la sociedad contemporánea, ya que provoca numerosas formas de alienación. Habla del llamado “malestar sin nombre” que se daba en las mujeres acomodadas de Estados Unidos, donde existían altas tasas de depresión, suicidios y alcoholismo, paradójicamante, en mujeres que vivían de forma cómoda, sin tener que trabajar:, pero con un enorme sentimiento de vacío, de inutilidad y aburrimiento.Miles de mujeres se vieron reflejadas en las páginas de la obra de Betty Friedan y se dieron cuenta que durante años habían estado viviendo una mentira y una constante desolación mientras el mundo les hacía creer que su existencia era ideal. 

 La mística de la feminidad, junto a El segundo sexo de Simone de Beauvoir, se convirtió en un referente de la Tercera Ola del feminismo y un año después recibió el Premio Pulitzer. El libro fué un auténtico best-seller (las ventas superaron los tres millones de ejemplares) y puede decirse que marcó un antes y un después en la historia del siglo XX, pues dio forma al movimiento feminista urbano de clase media.

Cada vez más implicada en acciones en pro de la equiparación de los derechos de las mujeres, en 1966 Friedan, con otros 27 hombres y mujeres, sentó las bases de la National Organization for Women (NOW, Organización Nacional para las Mujeres), organismo que presidió hasta 1970; organización que reunió un gran número de colectivos y grupos feministas de Estados Unidos.

El 26 de agosto de 1970, con motivo del cincuenta aniversario del logro del sufragio femenino, encabezó una multitudinaria manifestación en Nueva York de más de cincuenta mil personas que, bajo el título de Women’s Strike for Equality (Huelga por la Igualdad de las Mujeres), reivindicaba la igualdad laboral entre hombres y mujeres.

Asi mismo creó la fundación del National Women’s Political Caucus (NWPC, Comité Político Nacional de Mujeres) y la National Association for the Repeal of Abortion Laws (NARAL, Asociación Nacional para la Revocación de las Leyes contra el Aborto), junto a Bernard Nathanson y Larry Lader y que después se convertiría en Naral Pro Choice.

Los setenta comenzaron mostrando la evidente escisión que había entre la vieja y nueva escuela del feminismo. La denominada rama radical había entrado con fuerza.

Leading supporters of the Equal Rights Amendment march in Washington on Sunday, July 9, 1978, urging Congress to extend the time for ratification of the ERA. From left: Gloria Steinem, Dick Gregory, Betty Friedan, Rep. Elizabeth Holtzman, D-N.Y., Rep. Barbara Mikulski, D-Md., Rep. Margaret Heckler, R-Mass.

*****

A Betty le empezaron a llegar fuertes críticas entre los sectores más jóvenes por referirse a las mujeres lesbianas del movimiento como la “amenaza lavanda“, pues consideraba que la homosexualidad era una batalla independiente del feminismo. También le recriminaron que su lucha se centraba solo en “mujeres blancas de clase media, educadas”. Entonces la joven y exitosa periodista activista Gloria Steinem, que desde su Ms. Magazine exigía la libertad para las lesbianas, se erigió como la “nueva” cara del feminismo de los setenta. Los sesenta, y sus máximos exponentes, ya habían pasado de moda.

Esto supuso para Betty verse relegada al segundo puesto. Sin ocultar la antipatía y la guerra abierta que existiría entre ellas, y que “duraría años” tal como menciona en sus memorias la propia Steinem en Mi vida en la carreteralejos de contentarse con “quien había sido”, Friedan continuó con su lucha de forma independiente a la mayoría.

Reunión de Betty Friedan con las feministas Barbara Ireton y Marguerite Rawalt. Smithsonian Institution Archives

Entre sus obras posteriores a La mística de la feminidad destacan La segunda fase (1981), La fuente de la edad: vivir la vejez como una etapa de plenitud (1993) y el libro de memorias Mi vida hasta ahora (2000).

Betty Friedan se divorció en 1969 tras más de dos décadas de matrimonio en el que llegó a confesar malos tratos. Trabajaría en la Universidad de Nueva York y la Universidad del Sur de California, además de dar numerosas conferencias para mujeres en todo el mundo. Friedan dedicó la última etapa de su vida a mejorar la situación política, económica y social de las mujeres hasta que la muerte le llegó el mismo día que cumplía ochenta y cinco años, el 4 de febrero de 2006.

Foto: jwa.org/media/betty-friedan-speaking

Enlaces de interés :

https://mujeresbacanas.com/betty-friedan-1921-2006-betty-friedan-es-la-autora/

https://www.biografiasyvidas.com/biografia/f/friedan.htm

https://www.npr.org/2013/02/10/171309154/at-50-does-feminine-mystique-still-roar

Hola, 👋
Bienvenid@s a PoetryAlquimia.org. Un espacio donde las voces poéticas del mundo resuenan con fuerza.

Suscríbete a nuestro boletín para recibir las nuevas aportaciones poéticas.

Deja un comentario

Proudly powered by WordPress | Theme: Baskerville 2 by Anders Noren.

Up ↑