8 Poemas y dos textos de Henry D. Thoreau

NATURE

¡OH NATURALEZA! YO NO PRETENDO

SER EL MÁS ELEVADO EN TU CORO,

SER METEORO EN EL CIELO,

O EL COMETA QUE ASCIENDE MÁS ALTO;

SÓLO VIENTO SUAVE QUE PUEDA SOPLAR

ENTRE LOS JUNCOS RÍO ABAJO;

OTÓRGAME TU RINCÓN MÁS PRIVADO

DONDE PUEDA HACER CORRER LIVIANA MI CORRIENTE.

EN ALGÚN APARTADO LUGAR, EN LA PRADERA SIN PÚBLICO

DÉJAME HACER SONAR, SUSPIRANDO EL JUNCO

O EN EL BOSQUE SOBRE LA HOJARASCA,

SUSURRAR A LA QUIETUD DEL ATARDECER

SÓLO PARA PODER ESTAR JUNTO A TI

OFRÉCEME ALGÚN TRABAJO QUE YO PUEDA HACER

PUES PREFIERO SER TU HIJO

Y DISCÍPULO, EN EL SALVAJE BOSQUE,

QUE SER REY DE LOS HOMBRES EN CUALQUIER OTRO LUGAR,

Y EL MÁS OBEDIENTE DE TUS ESCLAVOS

PUEDA TENER UN INSTANTE DE TU AMANECER

ANTES QUE VIVIR UN AÑO DESOLADO EN LA CIUDAD.

Cuando el invierno orla las ramas
Con su fantástica guirnalda,
Y pone el manto de silencio
Sobre las hojas de ahí debajo;
Cuando el arroyo en su terraza
Se abre camino gorgoteando,
Y el ratón en su morada
Mordisquea el heno de la pradera;
Creo que el verano aún está cerca,
Y acecha debajo,
Donde está el mismo ratón acurrucado
En el brezo del año pasado.
Y acaso el paro desde la rama
Vuelva a trinar con suavidad.
La nieve es el manto del verano
Con el que él mismo se cubre la piel.
Bellos capullos engalanan los árboles
De los que cuelgan deslumbrantes frutos;
El viento del norte suspira una brisa estiva

para protegerlos de la helada penetrante.
Traedme buenas nuevas,
Que yo soy todo oídos,
Para una serena eternidad
Que no teme al frío.
El hielo cruje inquieto
Sobre la superficie de la laguna,
Y los duendes hacen alegres cabriolas
En medio del tumulto ensordecedor.
Me apresuro impaciente hacia el valle,
Como si oyera excelentes noticias
De un gran festival que celebra la naturaleza
Y que no puedo perderme.
Retozo con mi vecino el hielo,
Y el temblor amable de cada nueva grieta
se abre veloz
sobre el lago jubiloso.
Junto con el grillo
Y las ramas del hogar
Resuenan en el sendero del bosque
Esporádicos sonidos familiares.

SIC VITA

soy un manojo de vanos esfuerzos

por casualidad así atados,

donde las tiras cuelgan libres

PUES FUERON ANUDADAS DÉBILMENTE,

SUPONGO,

PARA CLIMAS APACIBLES.

UN PUÑADO DE VIOLETAS SIN RAÍCES,

CON ACEDERA MEZCLADO,

ALREDEDOR UNA BRIZNA DE PAJA

ENRROLLADA SOBRE SUS BROTES;

LA LEY

A LA CUAL ESTOY FIJADO.

UN RAMILLETE QUE EL TIEMPO HA DESPRENDIDO

DE AQUELLOS HERMOSOS CAMPOS DE ELÍSEO,

CON HIERBAJOS Y TALLOS ROTOS, APRESURADO;

HECHO CON LA MUCHEDUMBRE DERROTADA

DESPERDICIO

DEL DÍA QUE RECOLECTA.

Y AQUÍ FLOREZCO DESAPERCIBIDO EN LA ESCUETA HORA,

ABSORBIENDO TODA MI SAVIA,

SIN RAÍZ SOBRE LA TIERRA

QUE MANTENGA VERDES MIS RAMAS,

PERO AÚN ERGUIDO

SOBRE UNA DESNUDA COPA.

ALGUNOS BROTES TIERNOS ABANDONARON MI TALLO

IMITANDO A LA PROPIA VIDA,

PERO ¡AH! LOS NIÑOS NUNCA SABRÁN,

HASTA QUE EL TIEMPO HAYA MARCHITADO,

LA CALAMIDAD

QUE A ELLOS MISMOS HA TOCADO.

PERO AHORA VEO QUE NO FUI RECOGIDO EN VANO,

Y TRANSCURRIDA UNA VIDA EN EL FLORERO

DE CRISTAL, MIENTRAS TRATABA DE SOBREVIVIR,

TRAÍDO POR MANO AMABLE,

ESTOY VIVO

AÚN EN INSÓLITO LUGAR.

A ESE TRONCO MÁS DELGADO PRONTO LLEGARÁ SU HORA,

Y TRANSCURRIDO OTRO AÑO

TAL COMO ELLA BIEN SABE, LIBERADO POR LA BRISA,

MÁS FRUTOS Y HERMOSAS FLORES

OFRECERÁ;

MIENTRAS YO AQUÍ DESVANEZCO

La demora del poeta

EN VANO VEO ALZARSE LA MAÑANA,

EN VANO OBSERVO EL RESPLANDOR DE OCCIDENTE,

YO QUIEN DISTRAÍDAMENTE MIRÉ HACÍA OTROS CIELOS,

IMAGINANDO LA VIDA DE OTRA MANERA.

EN MEDIO DE TAL INAGOTABLE RIQUEZA,

TODAVÍA ESTOY SOLO, POBRE POR DENTRO,

LOS PÁJAROS YA HAN CANTADO LA SALIDA DEL VERANO,

CUANDO MI PRIMAVERA AÚN NO HA COMENZADO.

DEBIERA ENTONCES ESPERAR AL VIENTO DEL OTOÑO,

OBLIGÁNDOME A BUSCAR UN DÍA MÁS APACIBLE,

Y NO DEJAR ATRÁS NIDOS EXTRAÑOS,

¿PUES NO RESUENAN AÚN LOS BOSQUES EN MI CANTO?

El humo perezoso se eleva serpenteante de alguna cañada profunda,
e intima poco a poco con el día
demorándose en su viaje hacia el cielo,
mientras el aire recio explora al alba.
Las espirales remolonas juguetean entre sí,
sin propósito cierto, con lentitud,
como el amo adormilado, ahí debajo, junto al hogar,
cuya mente tardía e indolente
aún no se ha lanzado a la corriente arrolladora
del nuevo día, y ahora navegan muy lejos.
El leñador va a paso certero
con intenciones de agitar el hacha matinal.
Pero primero, en el oscuro amanecer,
envía por doquier a su emisario,
el humo explorador, último peregrino,
que alza vuelo del techo en plena madrugada,
para sentir el aire helado e informar al día.
Y cuando aún flota agachado a ras del suelo,
sin reunir coraje para desatrancar la puerta,
ya ha bajado por el valle con el viento ligero,
y sobre la llanura despliega su espiral aventurera,
envuelve la copa de los árboles, vaga colina arriba,
y entibia las alas del pájaro matinal.
Y ahora, acaso, divisa el día por los confines de la tierra
desde lo alto del aire vigoroso
como una nube refulgente en la bóveda celestial
y saluda a su amo inmóvil junto a su puerta.

De : Desobediencia civil


LA ANTIGUA CARRETERA DE MARLBOROUGH

Donde una vez cavaron en busca de riquezas
Mas nunca hallaron nada,
Donde marciales huestes desfilaron un día
–También Elijah Wood–,
Temo que inútilmente.
No queda nadie excepto
Perdices y conejos,
Excepto Elisha Dugan,
El de hábitos salvajes,
Que desdeña la prisa,
Sólo atiende a sus trampas
Y vive en soledad,
Pegado a lo que importa,
Donde es dulce la vida
Y buena la comida.
Cuando la primavera
Me remueve la sangre
Con instintos viajeros,
Bastante grava tiene
La Antigua Carretera
Que a Marlborough llevó.
No la repara nadie,
Para nadie discurre,
Es un camino vivo,
Que dicen los cristianos.
No hay muchos que lo tomen
Sólo los invitados
De Quin el irlandés.
Otra cosa no es
Sino por donde irse,
La posibilidad
De llegar a algún sitio.
Grandes mojones pétreos,
Pero ningún viajero,
Cenotafios de pueblos
Con su nombre tallado.
Averiguar quisieras
Cuál podría ser el tuyo.
¿Qué rey lo levantó
–Aún me estoy preguntando–,
Cómo y dónde se irguió
Y por qué concejales,
Gourgas, Lee, Clark o Darby?
Para ser algo eterno
Se esforzaron sin tasa
Pétreas, borradas lápidas,
Donde un viajero puede
Quejarse y en palabras
Grabar lo que ha aprendido
Para que otro lo lea
Si está necesitado.
Yo sé de una o dos líneas
Que quisiera escribir.
Literatura apta
Para perpetuarse
A través de estas tierras;
Y poder recordar
El próximo diciembre,
Y luego, en primavera,
Tras el deshielo, leer.
Si, con la fantasía .Al viento, te despides,
Puedes dar la vuelta al mundo
Por la Antigua Carretera
Que una vez llevó hasta Marlborough.

De : Desobediencia civil

Amistad

“Amigos, romanos, compatriotas y amantes”

Dejemos que el puro odio apuntale aún
Nuestro amor, que podamos ser
Cada uno del otro su conciencia,
Y obtener nuestra simpatía
Principalmente desde allí.
Nos trataremos como dioses,
Y toda la fe que tenemos
En la virtud y en la verdad, investiremos
En el otro, y dejaremos la sospecha
Para dioses inferiores.
Dos estrellas solitarias–
Un sistema infinito y lejano
Gira entre nosotros,
Pero por nuestra conciencia de la luz estamos
Determinados a un polo.
Qué necesidad confunde la esfera–
Dios puede permitirse esperar,
Para él ninguna hora es demasiado tarde
Para atestiguar que hemos cumplido nuestra tarea
O dar a otro el comienzo de la suya.
El amor no tendrá más uso,
Que el que tiene el tinte de las flores,
Sólo el huésped libre
Frecuenta su morada,
Hereda su legado.

No tiene una charla amable,
Sino que imparte sabio silencio
A sus compañeros,
Consuela por la noche,
Congratula en el día.
¿Qué dice la lengua a la lengua?
¿Qué oye el oído del oído?
Por los designios de la fortuna
De año en año,
Se comunica.
No hay paso en el abismo de profundos bostezos–
Ningún puente trivial de palabras,
O arco de osada envergadura,
Pueden superar el foso que rodea
Al hombre sincero.
Ninguna exhibición de cerrojos y barras
Puede mantener al enemigo afuera,
O escapar de su mina secreta
A quien entró con la duda
Que trazó la línea divisoria.
Ningún guardián de la puerta
Puede dejar entrar al amigo,
Pero como el sol sobre el todo
Conquistará el castillo,
Y brillará a lo largo del muro.
No hay nada que conozca en el mundo
Que pueda escapar del amor,
Por cada profundidad, va más abajo,
Y por cada altura, va más arriba.
Espera como espera el cielo,
Hasta que las nubes se van,
Todavía resplandece serenamente
Con un eterno día,
Igual cuando se han ido,
Como cuando permanecen.
Implacable es el Amor–
Los enemigos pueden ser comprados o desafiados
Desde su hostil intención,
Pero camina imperturbado
Quien está inclinado a la bondad.

MI VIDA HA SIDO EL POEMA

QUE TENDRÍA QUE HABER ESCRITO;

PERO NO PUDE HACER AMBAS COSAS,

RECITARLO Y VIVIRLO

“Sonidos” (extracto del capítulo IV de Walden o la vida en los bosques).

” Pero mientras nos limitemos a los libros, aunque sean los más selectos y clásicos, y leamos sólo ciertas lenguas escritas, que en sí mismas son dialectales y provincianas, estamos en peligro de olvidar la lengua que todas las cosas y acontecimientos hablan sin metáfora, la única que es abundante y modélica. Se publica mucho, pero se imprime poco. Los rayos que penetran por el postigo no se recordarán cuando el postigo esté completamente abierto. Ningún método ni disciplina pueden suplir la necesidad de estar siempre alerta. ¿Qué es un curso de historia, filosofía o poesía, por bien elegido que esté, o la mejor compañía, o la más admirable rutina de la vida, comparados con la disciplina de mirar siempre lo que hay que ver?
????¿Serás sólo un lector, un estudiante o un visionario? Lee tu hado, mira lo que hay frente a ti y camina hacia el futuro.

Durante el primer verano no leí libros; planté habas. No, a menudo hice algo mejor. Había momentos en que no podía permitirme sacrificar el esplendor del momento presente por trabajo alguno, de la cabeza o las manos. Quiero un amplio margen en mi vida. A veces, en una mañana de verano, tras mi baño de costumbre, me sentaba en el umbral soleado desde el amanecer hasta el mediodía, absorto en una ensoñación, entre los pinos, nogales y zumaques, en imperturbada soledad y tranquilidad, mientras los pájaros cantaban alrededor o revoloteaban silenciosos por la casa, hasta que, por la puesta de sol en mi ventana occidental o por el sonido del carro de algún viajero en la lejana carretera, me acordaba del paso del tiempo. En aquellos instantes crecía como el maíz por la noche, y resultaban mejor de lo que habría sido cualquier trabajo con las manos. No era tiempo sustraído de mi vida, pues estaba muy por encima de mi renta habitual. Me di cuenta de lo que los orientales entienden por la contemplación y el abandono de las obras.
?En gran medida, no me importaba cómo pasaban las horas. El día avanzaba como para iluminar alguno de mis trabajos; era por la mañana y, mirad, ahora es por la tarde y nada memorable se ha logrado. En lugar de cantar como los pájaros, sonreía silenciosamente por mi incesante buena fortuna. Como el gorrión tenía su trino, posado en el nogal frente a mi puerta, así tenía yo mi risita o el gorjeo amortiguado que podría oír desde mi nido. Mis días no eran los días de la semana, con el sello de una deidad pagana, ni eran desmenuzados en horas ni golpeados por el tictac de un reloj, porque vivía como los indios puri, de quienes se dice que “para el ayer, el hoy y el mañana sólo
tienen una palabra, y expresan la variedad de significado señalando hacia adelante para mañana, hacia atrás para ayer y sobre su cabeza para el día que pasa”. Esto era flagrante ociosidad para mis conciudadanos, sin duda, pero si los pájaros y las flores me hubieran examinado según sus pautas, no
habrían hallado falta en mí. Es cierto que un hombre debe encontrar sus ocasiones en sí mismo. El día natural es muy tranquilo y no reprobará su indolencia.
? Tenía una ventaja al menos en mi modo de vida sobre los que estaban obligados a mirar al exterior en busca de diversión, a la sociedad y al teatro: que mi propia vida se convertía en una diversión y no dejaba de ser una novela. Era un drama de muchas escenas y sin un final. Si nos ganáramos
siempre el sustento y reguláramos nuestras vidas por el último y mejor método que hemos aprendido, no nos aburriríamos nunca.

?Seguid vuestro genio de cerca y no dejará de mostraros una nueva perspectiva cada hora.


En la ciudad de Kouroo, había una vez un artista que estaba dispuesto a luchar buscando la perfección. Un día se le ocurrió hacer un bastón. Habiendo considerado que en una obra
imperfecta el tiempo es un ingrediente, pero en una obra perfecta el tiempo no entra en cuestión, se dijo: “ha de ser perfecta mi obra en todo sentido, aunque no haga otra cosa en toda mi vida. En el acto marchó al bosque por madera, resuelto a que el bastón no fuese hecho de material inadecuado, y mientras lambuscaba, desechando palo tras palo, sus amigos iban dejándolo poco a poco, porque envejecían y morían, pero él, en cambio, no envejecía en lo más mínimo. La unidad de propósito y
resolución, y su elevada piedad, le daban, sin que él lo supiera, perenne juventud. Como no hizo trato con el Tiempo, el Tiempo, apartado del camino del artista, suspiraba a distancia porque no podía vencerlo. Antes de que hubiera hallado un tronco enteramente apropiado, la ciudad de Kouroo era una antigua ruina; en un montículo de ésta se sentó a descortezar el palo, y antes de que le hubiera dado la forma adecuada, la dinastía de los Candahars tocaba a su fin; con la punta del
palo escribió en la arena el nombre del último de esa estirpe, y reanudó su trabajo. Por el tiempo en que había alisado y pulido el bastón, Kalpa ya no era la estrella polar; y antes de que le
hubiera puesto la férula y adornado el puño con piedras preciosas, Brahma había despertado y se había dormido varias veces. Pero, ¿para qué estoy mencionando estas cosas? Al dar
el toque final a su obra, ésta, súbitamente, se desplegó ante los ojos del artista atónito, como la más bella de todas las creaciones de Brahma. Él había ideado un nuevo sistema de hacer un
bastón, un mundo de plenas y bellas proporciones, en el cual, aunque viejas ciudades y dinastías habían fenecido, otras más bellas y más gloriosas las habían reemplazado. Y entonces él vio, por el montón de virutas todavía frescas a sus pies, que para él y su obra, aquel tiempo transcurrido había sido una ilusión, y no había durado más que lo requerido para que una sola centella del cerebro de Brahma cayera a inflamar la yesca de un cerebro mortal. El material era puro, y su arte era puro;
¿cómo podría no ser maravilloso el resultado?

De :Desobediencia civil

 Henry David Thoreau (12 de julio de 1817, Concord, Massachusetts, Estados Unidos-6 de mayo de 1862, Concord, Massachusetts, Estados Unidos). Poeta, escritor, naturalista, filósofo y místico. Es reconocido como un importante contribuyente al movimiento literario y filosófico estadounidense conocido como trascendentalismo de Nueva Inglaterra. Es el pensador de la vida sencilla y, como él mismo se llamó, “de la cabeza a los pies, un místico, un trascendentalista y un filósofo de la naturaleza”.

Su madre Cynthia Dunbar era hija de Asa Dunbar, quien dirigió de estudiante en 1766 en Harvard la “rebelión de la mantequilla”, la primera protesta estudiantil registrada en las colonias americanas, este espíritu de lucha lo había heredado Cynthia quién fué miembro fundadora de la Sociedad Femenina contra la Esclavitud en Concord. Su padre John Thoreau, era un fabricante de lápices que amaba leer a los clásicos.

Thoreau se graduó en Harvard en 1837. Estudió agrimensura, literatura y ciencias. Cuando salió de allí dijo que aparentemente le habían enseñado también navegación, pero que no le habían mostrado ningún muelle; que Harvard tenía muchas ramas pero ninguna raíz. Su discurso del día de graduación se tituló “El espíritu comercial de nuestros tiempos” donde propuso, para escándalo del público, revertir una de las máximas divinas: trabajar un día y descansar seis.
Su entrada en el mundo intelectual está acompañada de un cambio no menor: el orden de sus nombres, de David Henry, pasó a llamarse Henry David. Nunca entendió cómo es que la gente no se llama como quiere, como hacen los indios, y concede seguir definiéndose por medio de los otros. Leía en varios idiomas; en su lengua original a Virgilio “cuya obra es casi tan hermosa como la mañana misma”, Eurípides, Homero, Jenofonte, Voltaire, Molière y Racine. Pero es deudor, sobre todo, de Epicuro, Platón, Pitágoras, Séneca y las filosofías orientales. Leía tanto el Bhagavad-Gita y el Vishnu Purana como a Confucio, John Milton y Sir Walter Scott, John Donne y William Wordsworth.
Por esa misma época comenzó a escribir su diario, que se considera su obra mayor y total.

Después de graduarse en 1837, empezó a enseñar en la escuela pública de Concord, pero renunció después de unas semanas para no tener que administrar el castigo corporal. Él y su hermano John abrieron entonces la Concord Academy, una escuela de gramática en Concord, en 1838. Introdujeron en su enseñanza varios conceptos progresistas, incluyendo caminatas por la naturaleza y visitas a las tiendas y a los negocios locales. La escuela cerró cuando John enfermó del tétanos en 1842 . Murió en los brazos de Henry.

Thoreau formó parte del Trascendental Club que comenzó a reunirse en Boston desde 1836 y en Concord desde 1840. El club estaba formado por un grupo reducido de intelectuales cultores de la amistad que, además, tenían en común haber leído a Immanuel Kant. El chamán fue?Ralph Waldo Emerson, un ex pastor unitario influido por Coleridge y Carlyle. El texto sagrado fue Nature Naturaleza,1836–; y el órgano de difusión, The Dial, dirigido por Emerson y Margaret Fuller. Todos eran antiesclavistas con matices en su grado de irritabilidad y acción.
Ninguno se ocupó de construir un sistema de pensamiento. No quisieron crear una escuela filosófica, antes bien, lo que les preocupaba era cómo el individuo puede mantener su independencia, su libertad y su dignidad en un contexto con nuevas tensiones, instituciones e intereses. No sólo frente al poder del Estado, sino también en un mundo donde la palabra “progreso” era el pasaje hacia un industrialismo que no ve paisajes sino materias primas. El club reflexionaba sobre la esclavitud, la explotación de los irlandeses, la desaparición de los indios, los derechos de las mujeres, la tala de árboles, el crecimiento de las redes de comunicaciones.

Los trascendentalistas promovieron la introspección, siguieron a Coleridge cuando éste decía que la principal virtud del ser humano es la imaginación y no la razón, y “observaron la perfección de la naturaleza hasta en sus más pequeños detalles; cuanto más cerca se esté de ella, decían, tanto mejor podrá la conciencia intuir lo verdadero, lo bueno y lo bello.

El 18 de abril de 1841, Thoreau se trasladó a la casa de Emerson quien siempre manifestó un interés personal (a veces incluso paternalista), en Thoreau, y asesoró y presentó al joven a un círculo de escritores y pensadores locales. Allí (1841-1844), sirvió como tutor de los niños. Era también ayudante editorial, reparador y jardinero. Emerson instó a Thoreau a contribuir con ensayos y poemas a un periódico trimestral, The Dial, y presionó a la editora, Margaret Fuller, para que publicara esos escritos. El primer ensayo de Thoreau publicado en The Dial fue “Aulus Persius Flaccus”, un ensayo sobre el satírico romano, en julio de 1840. También dio conferencias, Empieza a descubrir su propia voz y estilo en relatos reales, breves ensayos como Un paseo de invierno o Caminar donde cuenta en primera persona experiencias y reflexiones.

En esa época Thoreau sintió la necesidad de concentrarse y trabajar más en su escritura. En marzo de 1845, el pastor y escritor Ellery Channing le dijo a Thoreau: «Vete, construye una cabaña y comienza el gran proceso de devorarte a ti mismo: no veo otra alternativa ni otra esperanza para ti». Dos meses después, Thoreau se embarcó en un experimento de dos años de vida sencilla que inició el 4 de julio de 1845, cuando se mudó a una pequeña casa que había construido en tierra propiedad de Emerson en un bosque de repoblación alrededor de las costas de Walden Pond.

En marzo de 1845 Thoreau comienza a construir una casa en el bosque, en tierra propiedad de Emerson, en un bosque de repoblación de Walden, a orillas de la laguna. Se muda un 4 de julio y comienza una vida de exploración de la naturaleza y aprendizaje que duraría dos años y dos meses. La fecha no parece casual, si América festeja su independencia, él emprende el camino hacia la suya. Walden, el libro, apareció publicado casi diez años después, aunque lo empezó a escribir durante esos días.
“Ser un filósofo –dice Thoreau– no es sólo tener pensamientos sutiles, ni siquiera fundar una escuela, sino amar la sabiduría y vivir de acuerdo con sus dictados una vida de sencillez, independencia, magnanimidad y confianza. Es resolver ciertos problemas de la vida, no sólo en la teoría, sino en la práctica […]. El filósofo va por delante de su época incluso en su forma externa de vivir”

El 24 de julio o 25 de julio de 1846, Thoreau se encontró con el recaudador de impuestos local, Sam Staples, quien le pidió que pagara seis años de impuestos atrasados. Thoreau rechazó pagar debido a su oposición a la Intervención estadounidense en México y a la esclavitud, y pasó una noche en la cárcel por esta negativa. Al día siguiente, Thoreau fue liberado contra su voluntad cuando alguien, probablemente su tía, pagó el impuesto, en contra de sus deseos. La experiencia tuvo un fuerte impacto en Thoreau, y escribió que “bajo un gobierno que encarcela injustamente a cualquiera, el hogar de un hombre honrado es la cárcel”.

Basada en esta experiencia Thoreau da una conferencia que luego publica La desobediencia civil (Civil disobedience, 1849). La obra critica la autoridad del Estado. Su repercusión fue muy grande, llegando a ser el libro de cabecera de Gandhi en su campaña de resistencia contra la ocupación británica de la India. También influyó en Martin Luther King y en su lucha no violenta en defensa de la no discriminación de la población negra en EE. UU. Ha promovido y sigue inspirando movimientos como la objeción fiscal, la objeción de conciencia contra el militarismo o violencias más o menos solapadas, movimientos ciudadanos y luchas ante lo que determinado grupo o persona considera abusivo.

En agosto de 1846 Thoreau dejó brevemente Walden para hacer un viaje al Monte Katahdin en Maine, un viaje más tarde descrito en “Ktaadn”, primera parte de The Maine Woods / Los bosques de Maine.

Thoreau salió de Walden Pond el 6 de septiembre de 1847. A petición de Emerson, se trasladó de nuevo a la casa de Emerson para ayudar a su esposa Lidian a llevar la casa mientras su marido andaba lejos en un prolongado viaje por Europa. Por entonces, en una labor que le empleó varios años, revisó continuamente el manuscrito de lo que finalmente publicó como Walden, o Vida en el bosque en 1854, donde narraba los dos años, dos meses y dos días que había pasado solitario (o más bien acompañado por las distintas manifestaciones de la naturaleza) en Walden Pond. El libro comprime ese tiempo en un solo año de calendario, usando el paso de las cuatro estaciones para simbolizar el desarrollo humano. Walden tuvo entonces pocos admiradores, pero los críticos posteriores han considerado esta obra como un clásico estadounidense que explora la simplicidad natural, la armonía y la belleza como modelos para unas condiciones sociales y culturales justas.

Walden es el registro de un permanente despojo. El rechazo a las instituciones, la defensa del individuo y su autonomía o gobierno de sí, y la pobreza voluntaria como destino en resguardo de su libertad –de su libertad de no necesitar–.?

El propio Thoreau explica en un pasaje de su diario:
“Los hombres suelen exagerar el tema. Algunos son significativos y otros insignificantes. Yo creo que mi vida es muy hogareña y mis gustos, muy sencillos. Pena y alegría, éxito y fracaso, grandeza, miseria y en realidad todas las palabras de nuestro idioma no significan lo mismo para mí que para mis vecinos. Veo que me miran con lástima, que creen que es un mísero y aciago destino el que me hace caminar por estos campos y bosques y navegar solo por este río. Pero no puedo vacilar en?la elección mientras encuentre aquí el único paraíso real. Mi trabajo es escribir, y no vacilo, aunque sé que ningún tema me parece demasiado trivial, según las pautas normales; porque el tema no es nada, hombres necios, la vida lo es todo.”

Thoreau dejó la casa de Emerson en julio de 1848 y se instaló en otra de la cercana calle Belknap. En 1850, él y su familia se trasladaron a una en el número 255 de Main Street donde habitó hasta su muerte.

En 1851, Thoreau se sintió cada vez más fascinado por la historia natural y los libros de viajes y exploraciones.Devoró todas los relatos de viajes de primera mano disponibles en su día, en un momento en que las últimas regiones no mapeadas de la tierra estaban siendo exploradas. Todas estas lecturas alimentaron su interminable curiosidad por los pueblos, las culturas, las religiones y la historia natural del mundo, y dejaron sus huellas como comentarios críticos en sus voluminosos diarios. Leía a Magallanes y a James Coock, a los exploradores árticos y africanos, conocidos y no tanto. Leyó ávidamente sobre botánica, y muy a menudo escribió observaciones sobre este tema en su diario. Hizo observaciones detalladas de la naturaleza de Concord, Se convirtió en agrimensor y continuó escribiendo observaciones cada vez más detalladas sobre la historia natural de la ciudad, que abarcaba un área de 67 km², en su diario.

También guardó una serie de cuadernos, y estas observaciones se convirtieron en la fuente de sus últimos escritos sobre la historia natural, como Tonos otoñalesSucesión de árboles y Manzanas silvestres, un ensayo en que lamenta la destrucción de las especies indígenas silvestres de manzanas.

Viajó a Quebec una vez, a Cape Cod cuatro veces y a Maine tres veces. Estos paisajes inspiraron sus libros de excursión A Yankee in Canada, Cape Cod y The Maine Woods, en los que los itinerarios de viaje enmarcan sus pensamientos sobre geografía, historia y filosofía. Otros viajes lo llevaron al suroeste a Filadelfia y a la ciudad de Nueva York en 1854, y al oeste a través de la región de los Grandes Lagos en 1861, cuando visitó las Cataratas del Niágara, Detroit, Chicago, Milwaukee, St. Paul y Mackinac Island.

 En 1860, después de una excursión nocturna para contar los anillos de los tocones durante una lluvia, enfermó de bronquitis. Su salud disminuyó, con breves períodos de remisión, y finalmente permaneció en cama. Reconociendo la naturaleza terminal de su enfermedad, Thoreau pasó sus últimos años revisando y corrigiendo sus trabajos inéditos, particularmente las excursiones por Maine, y pidiendo a editores imprimir ediciones revisadas de Una semana… y de Walden. Escribió cartas y entradas de su Diario hasta que se volvió demasiado débil para continuar. Alarmaba a sus amigos su apariencia consumida y estaban fascinados por su tranquila aceptación de la muerte. Cuando su tía Luisa le preguntó en sus últimas semanas si estaba en paz con Dios, Thoreau respondió: “No sabía que nos hubiésemos peleado”

Consciente de que se estaba muriendo, las últimas palabras de Thoreau fueron “Ahora viene buena navegación”, seguido de dos palabras solitarias, “alce” e “indio”. Murió el 6 de mayo de 1862 a la edad de 44 años. Thoreau fue enterrado en la parcela de la familia Dunbar. Sus restos y los de su familia inmediata fueron trasladados después al Cementerio Sleepy Hollow de Concord, Massachusetts.

Emerson escribió una semblanza de Thoreau donde?dice:

Una vida sin principios” es el escrito preferido de muchos lectores de Thoreau. Apareció publicado un año después de su muerte pero trece años antes ya había párrafos anotados en su diario. Comienza diciendo: “Pensemos de qué forma se nos va la vida”. En este ensayo profundiza algunas ideas que había?tomado en Walden sobre el trabajo, el comercio y la resistencia a una vida mercantilizada. Se pregunta cómo hacer del ganarse la vida algo glorioso, porque si no es así es contrario a la vida.
Aparece el elogio de la pereza como indocilidad y el trabajo como opuesto a la poesía, más aún que el crimen. ¿En qué nos convertiríamos si por nuestro trabajo recibiéramos sólo dinero? Este sistema lo único que hace es distraernos de nuestros asuntos, de crecer intelectual y éticamente, en sabiduría y en libertad. Lo que plantea es una adecuación entre medios y fines. No es un buen negocio para nuestro espíritu subsumir la ética a ninguna empresa, ya sea la del comercio o de la política.

“Deberíamos tratar nuestras mentes, es decir, a nosotros mismos, como
niños inocentes e ingenuos y ser nuestros propios guardianes, y
tener cuidado de prestar atención sólo a los objetos y a los temas que merezcan la pena. No leáis el Times, leed el Eternities”.

En el final de Una vida sin principios, escribió: “Cuando cesa la verdad surge una institución”.

Martin Luther King Jr (1929-1968), con motivo del centenario de la muerte de Thoreau, (1817-1862) escribió:

 Emma Goldman se refirió a Thoreau como “el más grande anarquista americano”.

Reconocimientos :

En 1960, una efigie de Thoreau entró en el Panteón de los Héroes Norteamericanos de la Universidad de Nueva York, junto a George Washington, Benjamin Franklin, Abraham Lincoln, Thomas Edison y Ralph Waldo Emerson.

En 1998, el presidente de los Estados Unidos Bill Clinton le propuso como ejemplo de las mejores prácticas ciudadanas y afirmó la superioridad moral de la desobediencia civil sobre la violencia.

Obras publicadas :

Algunos de sus escritos fueron publicados póstumamente.

  • Aulus Persius Flaccus (1840)
  • El Servicio (1840)
  • Una Caminata a Wachusett (1842)
  • Paraíso (a ser) Recuperado (1843)
  • The Lanlord (1843)
  • Sir Walter Raleigh (1844)
  • Heraldo de Libertad (1844)
  • Wendell Phillips Before the Concord Lyceum (1845)
  • Reform and the Reformers (1846-8)
  • Thomas Carlyle y su Obra (1847)
  • Una Semana en los Ríos Concord y Merrimac (1849)
  • La desobediencia civil (Civil disobedience, 1849)
  • Una Excursión a Canadá (1853)
  • Esclavitud en Massachusetts (1854)
  • Walden (1854)
  • Apología del Capitán John Brown (1859)
  • Remarks After the Hanging of John Brown (1859)
  • Los Últimos Días de John Brown (1860)
  • Caminar (1861)
  • Autumnal Tints (1862)
  • Wild Apples: The History of the Apple Tree (1862)
  • Excursiones (1863)
  • Una Vida sin Principios (1863)
  • Night and Moonlight (1863)
  • The Highland Light (1864)
  • The Maine Woods (1864)
  • Cape Cod (1865)
  • Early Spring in Massachusetts (1881)
  • Summer (1884)
  • Winter (1889)
  • Autumn (1892)
  • Miscellanies (1894)

Enlaces de interés :

http://www.acuedi.org/ddata/F8151.pdf

Una piedra en el zapato de Henry D. Thoreau

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