Mar
La larga cabellera
de horas, de tiempo destejido
fueron depositando
ojos, brazos, náuseas
miserias y palabras
sobre un eco
que no nos iría
a repetir
ni a anunciar
la única llegada.
Y la larga cabellera
de agua
de las arenas caducas de la ansiedad,
del dolor de los ojos
consternados y sumisos
de la piedra horadada
paciente .
La abuela
La abuela
dormía cubierta entre las gasas negras
de sus faldas;
las mías, de colores
prorrogaban entre las almohadas y los pañuelos que
cabalísticamente o por costumbre,
permanecían allí.
Pañuelos cerca de las manos
debajo de las almohadas
para que las urgencias del sueño
nos encontraran provistas de armas
de tela batista, bordadas, empuntilladas.
Y nuestras espaldas
beligerantemente impasibles
se miraban
desde el territorio
propio y finito
de cada cama, cada suspiro y un sino
bailoteando en los mosaicos encerados.
Lúdico
Los dioses juegan
despojados de hábitos
burlándose,
de nuestra absurda
preocupación
mortal.
Gravidez
Antes de ser
iban gestando palabras
en nuestros nuevos rictus
no sabíamos que el tiempo
se filtra
desde las axilas
hasta que el hechizo
sacó a relucir
versos
en la madera
…
andan cantando idiomas
bautizando plantas…
Atolondrado el mundo
mutó de nombre
Y así andamos
fugaces y eternos.
Llueve
Llueve con demora
El mismo llanto vertical
-peregrino en la noche-
Contando la húmeda soledad
-susurrando al ausente-.
Buscando el poema
Sin manchas de sangre
Sin rostro turbado
Cuando sobre las cejas
Duermen migajas de dolencia.
Densidad
Grávida de siesta
acurruco esperma
en sexo fugitivo:
ovillo de mi esternón.
Los brazos aúllan
disturbios
de piernas.
Queda el fino
resplandor que anuncia
la sana mansedumbre de
las ausencias,
afuera
la tarde seduce al limonero.
Manos
Mientras contemplo
La tarde nueva
una línea de pinos azules.
sin cortinas
Descubro
las manchas merodeando
en mis manos;
sospecho entonces
sarmentosos zahoríes.
..
Desvío los ojos
hacia una primer estrella
-tan lasciva sobre el pino-
como una natividad ficticia.
..
Comienza la noche.
Aquí
Con los brazos sangrando
he esperado la noche,
envuelta en barro y sudor.
Sin aflojar las piernas
y tragando gritos.
Puedo asemejarme
a la muerte.
Pero no es así
como nos vamos…
un invierno cualquiera
se vuelve el poema en contra
y quedás
buscando las antiguas palabras…
las que lastiman,
las que muerden desde la garganta.
Gravidez
Antes de ser
iban gestando palabras
en nuestros nuevos rictus
no sabíamos que el tiempo
se filtra
desde las axilas
hasta que el hechizo
sacó a relucir
versos
en la madera
,
andan cantando idiomas
bautizando plantas…
Atolondrado el mundo
mutó de nombre
Y así andamos
fugaces y eternos.
Para que
la noche no cese
mis manos
sahumaron
tu cuerpo de árbol .
Susana Rozas ( Rosario, Argentina, 30 de octubre de 1954). Poeta y profesora. Habiendo cursado el Profesorado en Castellano, Literatura y Latín, es Profesora Postitulada en Lengua y Literatura por la Universidad Nacional de Rosario.
Entre 1989 y 2015 ejerció la docencia en escuelas secundarias y profesorados. HaiImpartido seminarios y presentado ponencias en instituciones y ferias del libro: ha coordinado talleres literarios y fue jurado en certámenes de su provincia.
Ha sido traducida al catalán e incluida en antologías de la Argentina y México.
Ha publicado las plaquetas “Astillas de poesía” y “Un resplandor de voz” así como “Caballo bifronte” (nouvelle en prosa poética, en co-autoría con Marcelo Juan Valenti, en 2003), “Polifonía” (nouvelle, en 2008), “Alternativas” (novela, en 2013); “El comienzo de la llamarada”(ensayos sobre Puig, Rulfo y Juarroz, 2009), “Laberinto de ficciones” (ensayo sobre la obra de Manuel Puig, en co-autoría con Ana María Serra, 2010); y los poemarios “Sin prólogo” (en co-autoría con Victoria Lovell, 1979), “El lado débil de la eternidad” (1993), “Las palabras no pronunciadas” (2000), “Hacer el olvido” (2015).
Enlaces de interés :
Susana Rozas: sus respuestas y poemas
http://iluminadoelmundoyyodespierta.blogspot.com/search/label/Susana%20Rozas
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