Oriente
Yo soy Oriente.
Yo soy el camino que sigue el Sol
desde las profundidades de las tinieblas de la existencia
hasta las eternas esferas luminosas.
Cada día se encarama en mis hombros y me recompensa
de hermosa manera.
Sí. En mi bolsillo, en mi mano, en mi alma está el oro
de la aurora.
En ninguna de las minas de la Tierra hay otro igual.
Yo soy Oriente.
He venido hasta ti, Occidente, como amigo.
En mis bolsillos y en mis manos llevo cosas que pertenecen
a los campos y a las montañas del espíritu,
y cosas que pertenecen a las profundidades de la vida,
cosas que complacen a Dios y complacen al hombre,
y cosas que no gustan ni al hombre ni a Dios.
Tengo lo que ha de tranquilizar y reanimar tu alma inquieta,
tengo lo que curará a tu corazón de las enfermedades de la
civilización,
tengo lo que resucitará en ti una justicia que sobrepasará
a tus maldades.
Y un sacramento que santificará a tus iguales.
Yo soy Oriente. Tengo filosofías, tengo religiones.
Pero ¿quién me dará, a cambio, aviones?
Resurrection
The ghost of Winter stalks amidst the boughs
Of Spring and drags along his icy shroud ;
The corn flowers and the wheat, with broken
vows,
Are now beneath tlie storm untimely bowed.
O Winter, thou wert buried on the hills ;
Thine epitaph was written with melted snow ;
Thy skeleton is in the barren rills,
Where once thy silvery life-blood used to flow.
Why visitest the glimpses of the sun
So soon, what message bring’st thou from the
dead ?
Why rudely interrupt the children’s fun
And havoc among the Guests of Summer spread ?
Behold, the branches shiver, the blossoms fall ;
The lilac in the leaves a shelter seeks ;
Thy savage winds the Queen of May appal, —
They pale with summer’s dust her rosy cheeks.
Withhold the solemn music of thy gale
Until the golden notes of Spring are spun ;
The opera in the trees is but begun,
O, drown it not with thy benighted wail.
For thee May’s winged madonnas will not sing,
Nor in thy presence will they now appear :
Begone, that their sweet voices we may hear —
Begone, the world to-da_\’ belongs to Spring.
Ever To Be
My far cry, though no one should echo,
though no one listen should stand,
I shall dare with my burden the darkness
And i shall not retreat from this land;
Though I am hurled neath the feet of the millions,
Who struggle their places to keep,
The sea-nymphs still bathe with my fancy
And the Dryads still sweeten my sleep.
Though I am crushed, cast away and forgotten,
Though i am buried in the dust of their cars,
I can see throgh their madness above me,
I can feel the quick pulse of the stars ;
Though my head be the foot-stool of tyrants
Though my back be a step to their throne ,
I still dwell with the kings of orion
And I walk with the sun-queen alone.
Though the fire of my youth should consume me ,
Though my body a brimstone should be,
I can draw on the clouds for their water,
And behold ! I have of water a sea ;
And though roofles, and friendless, and hopeless
And loveless, and godless i stand,
the waves of my life shall continue
to murmur and laugh on the strand .
It Was All For Him
I strolled upon the Brooklyn Bridge one day,
Beneath the storm;
None but a lad in rags upon the way
I saw;—there on a bench he lay
Heedless of form.
He seemingly was reading what the Shower
Was publishing upon the Bridge and down the Bay;
Yet he was writing, writing at this hour,—
Writing in a careless sort of way.
Upon a pad he scribbled and as fast the rain
Retouched, effaced, corrected and revised.
Was he recording Nature’s solemn strain,
Or sketching choristers therein disguised?
Whatever it be, I found myself quite by his side:
My nod and smile he pocketed and wrote again;
«Read me your drizzling stuff,» I said, and he replied:
«I’ve written a check in payment for this shower of rain.»
Stolen Salvias
O, bleeding blossoms, tell, were my heart there —
There in your bed,
Would that sweet thief that stole you unaware
Have stolen it instead?
Come with me, scarlet salvias, to your home ;
We are not late ;
Love in the moonlight there again vvill roam —
There let us wait.
I still remember when one night she crowned
Me with the stars
Plucked from your scarlet sky — she would
astound
The kings of Mars.
She then would slay me — wash the face of night
With my bold blood —
Ay, she would show that yours is not as bright
And not as good.
O, scarlet salvias, why should I refuse
When I’m with you ?
Why should I chill my lady, if she choose
To steal me too?O, bleeding blossoms, tell, were my heart there —
There in your bed,
Would that sweet thief that stole you unaware
Have stolen it instead?
Come with me, scarlet salvias, to your home ;
We are not late ;
Love in the moonlight there again vvill roam —
There let us wait.
I still remember when one night she crowned
Me with the stars
Plucked from your scarlet sky — she would
astound
The kings of Mars.
She then would slay me — wash the face of night
With my bold blood —
Ay, she would show that yours is not as bright
And not as good.
O, scarlet salvias, why should I refuse
When I’m with you ?
Why should I chill my lady, if she choose
To steal me too?
Serenade
The moon hath said her sad good-bye.
My sleeping queen ;
And all the stars are wondering why
Thou art unseen.
behold ! abashed, they take to flight.
As through the casement breaks thy light.
Arise, my dawn, arise !
Arise, my queen serene !
The field of heaven is all thine own,
My peerless star.
Just as my heart is thine alone,
Be near or far.
So let thy face adorn the night.
And flood it with thy dazzling light.
Arise, my queen, arise !
Arise, to my guitar !
The vaults above all vacant seem,
My sweetest flower ;
And for thy scent, the cherubim
Long at this hour.
A moment from thy sweet dream part.
Though in that dream be wove my heart.
Arise, my queen, arise !
Let fall thy perfume shower.
Ameen Rihani (Amīn Fāris Anṭūn ar-Rīḥānī) مين الريحاني ( Mutasarrifato del Monte Líbano, 24 de noviembre de 1876- Gran Líbano, 13 de septiembre de 1940).
Rīḥānī era el mayor de de seis hermanos de una familia del Líbano, perteneciente a la Iglesia maronita. A los doce años emigró con sus padres a Nueva York y mientras estudiaba, ayudaba a su padre en su almacén.
Desde niño mostró un gran interés por la literatura y así comenzó a escribir sus libros en inglés, entre ellos la novela The Book of Khalid,«El Libro de Jalid», la primera novela escrita en inglés por un árabe, publicada en Nueva York en 1911 con algunas ilustraciones realizadas por Khalil Gibran.
Es el primer árabe, según Samir Kassir, que ha publicado libros en inglés, sin renunciar a su lengua materna. Su obra formó parte, pues, de un importante movimiento intelectual que floreció entre los árabes residentes en Estados Unidos, del que debemos recordar en primer lugar a Ğubrān Ḫalīl Ğubrān, conocido como Khalil Gibran.
A principios de la década de 1920, Rīḥānī hizo un viaje a la Península Arábiga. En Arabia conoció a ʿAbd al-ʿAzīz b. Saʿūd, el fundador de Arabia Saudita, con quien se hizo amigo. Escribió un libro sobre este acontecimiento, Mulūk al-ʿArab (Los reyes de los árabes), que tuvo un considerable éxito de público y crítica.
Rīḥānī fue un ferviente defensor del nacionalismo árabe. Apoyó no sólo la unidad de los países árabes de la Península Arábiga sino, más ampliamente, la unidad de todo el mundo árabe. Considerado una figura importante del nacionalismo, expresó su esperanza de ver el surgimiento de una nación árabe secularizada en la que no hubiera mayoría ni minoría, sino sólo ciudadanos.
Rīḥānī fue un hombre de letras moldeado por su arraigo cultural en Medio Oriente y sus experiencias de inmigración en Estados Unidos. Su creencia en la tolerancia religiosa y su impulso por la justicia política y social alentaron su activismo en todo el mundo. En 1917, se reunió con Theodore Roosevelt sobre la causa palestina, ya que Rīḥānī consideraba a Palestina parte de su identidad cultural más amplia como «sirio». En la década de 1920, Rihani viajó al Golfo Arábigo, donde se reunió con varios líderes locales, entre los que se encontraba el rey ‘Abdul Aziz Sa’ud, quien le regaló a Rihani una espada y dos alfombras bellamente tejidas, y el rey Hussein el Sharif de La Meca y al. -Hejaz, que regaló a Rihani una pieza sagrada de la al-ka’aba, normalmente reservada a reyes y gobernantes de estados islámicos, y a pesar de que Rihani era cristiano. El rey Hussein también le ofreció a Rihani la daga del principado de Hejaz, pero Rihani la rechazó respetuosamente porque, explicó, aceptar cualquier título desafiaría su integridad y confiabilidad.
Ameen Rīḥānī recorrio los cinco continentes y durante su estadía en Brasil, estableció contacto con los escritores de la Liga Anadalusí de Sao Paulo.
Durante su vida,Ameen Rīḥānī publicó treinta obras en árabe y treinta y cinco en inglés. En 1903 comenzó a traducir las obras de poetas árabes, en particular las de Abū al-‘Alā’ al-Ma‘arrī. Rihani publicó The Luzumiyat of Abu’l-Ala (James T. White and Co., 1918) y The Quatrains of Abu’l-Ala (Doubleday Page and Co., 1903).
Las tres colecciones de poesía de Rīḥānī escritas en inglés son Waves of My Life and Other Poems (Platform International, 2009), publicadas póstumamente; Un canto de místicos y otros poemas (James T. White and Co., 1921); y Myrtle and Myrrh (Gorham Press, 1905), una colección de versos rimados y la primera colección de poesía en inglés compuesta por un poeta árabe en el siglo XX.
Otras obras de Rīḥānī incluyen El corazón del Líbano (Syracuse University Press, 2021), un relato de los viajes de Rihani por su país natal, publicado por primera vez en árabe en 1947; El destino de Palestina (Imprenta y Editorial Rihani, 1967); y The Book of Khalid (Dodd, Mead and Company, 1911), la primera novela en inglés de un escritor árabe.Rīḥānī fue también el primer crítico de arte árabe-estadounidense y publicó numerosos artículos sobre el impresionismo y el arte modernista.
Rīḥānī murió en su pueblo de Fraiké (al-Furaykah) el 13 de septiembre de 1940 a la edad de 64 años, tras un accidente de bicicleta que le provocó fracturas de cráneo muy graves. La noticia de su muerte provocó fuertes emociones en el Líbano y en todo el mundo árabe.
Ameen Rīḥānī está enterrado en el mausoleo de la familia Rīḥānī en Freike.
Actualmente existe El Museo Ameen Rīḥānī , un museo biográfico en Freike, Líbano, dedicado al escritor libanés-estadounidense Ameen Rīḥānī . Fue establecido por su hermano Albert Rīḥānī en su honor en 1953 en la casa familiar. Con el tiempo, ha sido reinventado y rediseñado. Originalmente, el museo incluía los pisos principales de la casa, como la oficina intacta de Rihani en el primer piso. Sin embargo, a medida que el museo atrajo a un público cada vez mayor, la familia decidió trasladar el museo a la rez de chaussee o planta baja, que alguna vez fue el establo que albergaba cinco caballos regalados a Rīḥānī por el rey Abdul ‘Aziz Sa’ud y el nuevo museo se reabrió al publico en 1985.
Hoy en día, el museo está organizado cronológicamente y dividido en ocho secciones: Los Inicios (1876-1905); Los años de Khalid (1905-1911); La experiencia de Occidente (1911-1921); El sueño árabe (1922-1928); Los Horizontes Internacionales (1922-1940); El dormitorio de Rihani; Las artes; y Los Archivos. En cada sección, fotografías, manuscritos, cuadernos de bocetos y objetos personales como la colección de piedras, la colección de sombreros y la máquina de escribir de Rihani; y los obsequios de la realeza árabe ayudan a contar la historia de la vida de Rihani.
Con la ayuda de la familia de Rīḥānī, la Fundación Ameen Rīḥānī y un cuerpo internacional de académicos, la colección de Rīḥānī continúa creciendo en la actualidad.
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