5 Poemas de Naomi Shihab Nye

Oculto

Si pones un helecho debajo

de una piedra

al otro día será

casi invisible

como si la piedra

lo hubiera tragado.

Si escondes el nombre querido

bajo tu lengua

por demasiado tiempo

sin pronunciarlo

se convierte en sangre

suspiro

el pequeño aliento halado al aire

oculto dondequiera

en el fondo de tus palabras.

Nadie ve

el combustible que te alimenta.

Alguna vez el canto se alzaba

Alguna vez el canto se alzaba

como dulces sirenas sobre las colinas,

y aun si trabajabas

tus árboles o tus libros

o cocinabas para tu familia

algo simple,

te lavabas las manos

y te peinabas el agua del pelo.

 

Montañas de arroz, zapatos brillantes,

un huracán de danzas.

Los niños con trajecitos

y vestidos de terciopelo caían dormidos en círculos

después de comerse 47 almendras de Jordania.

¿Quién se casa? ¿Quién ha regresado

de un lugar distante más allá del mar?

A veces ni te enterabas.

Comiste todos los alimentos sin saber.

Besabas las mejillas de quien pasara

abofeteando el tambor, enrojeciéndote la palma.

Más tarde

llena, enriquecida,

tenías una fiesta en la piel.

¿Dónde es que la pelea

se introduce en esta historia?

La lucha se extravió en alguna parte.

Los estudiantes se congregan silenciosamente

en el salón de clases

y la puerta del edificio

es arrancada por una explosión.

Pupitres vacíos

donde la risa solía sentarse.

Aquí vivía la risa

tintineando su monedero de morralla fina

y ahora se esconde.

Ya no llegará al zaguán como un vendedor

de jabones,

el buhonero de las cerillas, el viejo italiano

de la fábrica de Nablus

con su mágico saco de palillos.

Nos han dicho que no estamos

cuando siempre estuvimos aquí.

Su goma de borrar no funciona.

Mira las fotos coloreadas a mano

de jóvenes demasiado perfectos e inmóviles.

Las bombas parten por la mitad

las frases de todo mundo.

 

¿Quién las hizo?

¿Conoce alguien que las fabrique?

El viejo taxista

menea la cabeza

yendo y viniendo entre Jerusalén y Jericó.

Ellos no verán, dice con lentitud,

la historia detrás de la historia,

siempre buscan la historia después de

la historia

lo que significa que nunca comprenderán la

historia.

Así que esto seguirá y seguirá

¿Cómo lo soportamos, si sigue y sigue?

Ha durado demasiado.

 

Nadie recibe ya ni una pequeña postal

del lejano lugar más allá de los mares.

Nadie en la noche oye venir a los soldados

para arrancar de su tibio sueño al olivo.

Rasgar raíces. No es noticia de primera plana

en tu país ni en el mío.

Nadie escucha el imperceptible sollozo

del terciopelo en el cajón del ropero.

Pequeños floreros de Hebrón

Inclina sus bocas abiertas al cielo.

Azul turquesa, ámbar,

un verde profundo con el asa torcida,

cántaro no más alto que dos pulgares,

de labios diminutos y gracioso talle.

Aquí ponemos las flores pequeñas,

las que hubieran permanecido invisibles

en la tierra suelta a orillas del camino:

brotes de suculento romero,

arcos de menta.

Crecen para adentro en el centro de la mesa.

Aquí nos entregamos a la vida menor,

hilo, hálito, fragmento.

Y se curva. Espera el día entero.

En lo que el pan se enfría

y los niños abren sus pardos cuadernos

para trazar una letra que parece

chimenea que sobresaliera de una casa.

Y los titulares de hoy ¿qué dicen?

Nada acerca del pétalo más chico

perfectamente acomodado dentro del pétalo

grande,

o de la manera en que el cristal colorido filtra

la luz.

Hombres y muchachos, en oración mientras

morían

abandonaron su epidermis.

El entero alfabeto de lo viviente,

cabezas y rabos de palabras,

frases, la manera de decir

«Ya’Ala» cuando se sobresaltan,

o «ya’ani» por «quise decir».

Un vidrio estrellado brilla aún bajo los pies.

Pero el niño de Hebrón duerme

entre el ruido en sordina de sus hermanos

que caen

y la larga tristeza del rojo.

Naomiiii

La bondad,una poesía

Antes de que sepas lo que realmente es la bondad

debes perderlo todo,

sentir el fruto disolverse en un momento,

como la sal en un caldo caliente.

Aquello que sostenías en tu mano,

aquello con lo que contabas y cuidabas,

todo esto debe irse  para que sepas

lo desolado que puede ser el paisaje

entre las regiones de la bondad.

Cómo subes y pasa el tiempo

en el autobús, pensando que nunca se detendrá,

que los pasajeros que comen maíz y pollo

miraran por la ventana para siempre.

Antes de conocer la tierna verdad de la bondad,

debes viajar donde el indio con un poncho blanco

yace muerto al lado del camino.

Debes ver cómo ese podrías ser tú,

cómo él también era alguien que viajaba de noche

con planes y con el simple aliento que lo mantenía.

Antes de reconocer  la bondad

como lo más profundo que tienes,

debes conocer la tristeza como la otra cosa más profunda.

Debes despertarte con dolor , debes hablarle,

hasta que tu voz capte la trama de todos los pesares

y descubras el  tamaño de la tela.

Solo entonces la bondad cobrará sentido,

la bondad que ata los cordones de tus zapatos

y te envía hacia el día a poner las cartas al buzón

y a comprar el pan;

la bondad que asoma su cabeza

sobre la muchedumbre susurrándote:

  “Es a mí a quien siempre has buscado”,

y a partir de entonces te acompañe siempre,

como una sombra, como el mejor de los amigos.

NaomiiiShihab

Adiós

Es una buena palabra, enrollando la lengua hacia afuera
sin importar el idioma con el que naciste.
Usala. Aprende en dónde empieza,
el pequeño alfabeto de la despedida,
cuánto tiempo lleva pensar en ella,
y luego pronúnciala, y luego que te escuchen.

Casate con ella. Más que con cualquier anillo dorado,
brilla, brilla.
Usala en cada dedo
hasta que tus manos bailen,
tocando fácilmente cada cosa,
dejando que cada cosa, fácilmente, se suelte.

Pegala a tu espalda como si fuesen alas
o como la cola de un cometa. Como la corriente de aire detrás de un jet.
Si te van a conocer por algo,
que sea del modo en que te alejas de la vista
cuando tu trabajo está terminado.

Piensa en cosas que demoran en partir: hojas,
cajas de cartón, y servilletas, el olor húmedo del mantillo.

Piensa en las cosas que desaparecen.

Piensa en lo que más amás,
lo que te pone lágrimas en los ojos.

Algo que te haya dicho adiós a ti
antes de que supieras su significado
o cuánto duraría.

Explica muy poco, la palabra se explica a sí misma.
Más tarde quizás. Lecciones que siguen a otras lecciones
como el silencio que sigue al sonido.

Naomishi

   Naomi Shihab Nye  (12 de marzo de 1952 ,San Luis, Missouri, EE UU ) Poeta, narradora y compositora palestino-estadounidense. Su padre, el escritor Aziz Shihab, llegado a Norteamérica en 1948, pertenece a la primera generación de palestinos exiliados tras la creación en su tierra del Estado de Israel.Obtuvo una licenciatura en inglés y religiones del mundo de Trinity University en San Antonio ,Texas. Sahib Nye ha escrito poesía, ficción juvenil, libros ilustrados , novelas y ensayo;escribió una polémica «Carta abierta a cualquier aspirante a terrorista», en la que empieza por reconocer que detesta la palabra «terrorista» pero la emplea para atraer la atención de los lectores que busca, a quienes aconseja no matar, sino leer a Rumi, el poeta sufi: «La poesía nos humaniza de una manera que las noticias y la religión son incapaces de ofrecer».

Ha recibido varios premios  entre ellos cuatro premios Pushcart, premio al libro infantil Jane Adams , el premio de poesía Paterson ,el  Premio NSK Neustadt de Literatura Infantil 2013 , el premio Robert Creeley 2013 ,entre otros.  

En junio de 2009, Nye fue nombrada como uno de los primeros héroes de la paz de PeaceByPeace.com.

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