Residua
Corta la vida o larga, todo
lo que vivimos se reduce
a un gris residuo en la memoria.
De los antiguos viajes quedan
las enigmáticas monedas
que pretenden valores falsos.
De la memoria sólo sube
un vago polvo y un perfume.
¿Acaso sea la poesía?
Obstáculos lentos
SI el poema de este atardecer
fuese la piedra mineral
que cae hacia un imán
en un resguardo hondísimo;
.
si fuese un fruto necesario
para el hambre de alguien,
y maduraran puntuales
el hambre y el poema;
.
si fuese el pájaro que vive por su ala,
si fuese el ala que sustenta al pájaro,
si cerca hubiese un mar
y el grito de gaviotas del crepúsculo
diese la hora esperada;
.
si a los helechos de hoy
—no los que guarda fósiles el tiempo—
los mantuviese verdes mi palabra;
si todo fuese natural y amable…
.
Pero los itinerarios inseguros
se diseminan sin sentido preciso.
Nos hemos vuelto nómades,
sin esplendores en la travesía,
ni dirección adentro del poema.
La generación del 45. De izquierda a derecha, de pie: Maria Zulema Silva Vila, Manuel Claps, Carlos Maggi, María Inés Silva Vila, Juan Ramón Jiménez, Idea Vilariño, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama; sentados: José Pedro Díaz, Amanda Berenguer, [mujer no identificada], Ida Vitale, Elda Lago, Manuel Flores Mora.
Fortuna
Por años, disfrutar del error
y de su enmienda,
haber podido hablar, caminar libre,
no existir mutilada,
no entrar o sí en iglesias,
leer, oír la música querida,
ser en la noche un ser como en el día.
No ser casada en un negocio,
medida en cabras,
sufrir gobierno de parientes
o legal lapidación.
No desfilar ya nunca
y no admitir palabras
que pongan en la sangre
limaduras de hierro.
Descubrir por ti misma
otro ser no previsto
en el puente de la mirada.
Ser humano y mujer, ni más ni menos.
Exilios
…tras tanto acá y allá yendo y viniendo.
Francisco de Aldana
Están aquí y allá: de paso,
en ningún lado.
Cada horizonte: donde un ascua atrae.
Podrían ir hacia cualquier fisura.
No hay brújula ni voces.
Cruzan desiertos que el bravo sol
o que la helada queman
y campos infinitos sin el límite
que los vuelve reales,
que los haría de solidez y pasto.
La mirada se acuesta como un perro,
sin siquiera el recurso de mover una cola.
La mirada se acuesta o retrocede,
se pulveriza por el aire
si nadie la devuelve.
No regresa a la sangre ni alcanza
a quien debiera.
Se disuelve, tan solo.
Mariposa, poema
En el aire estaba
impreciso, tenue, el poema.
Imprecisa también
llegó la mariposa nocturna,
ni hermosa ni agorera,
a perderse entre biombos de papeles.
La deshilada, débil cinta de palabras
se disipó con ella.
¿Volverán ambas?
Quizás, en un momento de la noche,
cuando ya no quiera escribir
algo mas agorero acaso
que esa escondida mariposa
que evita la luz,
como las Dichas.
Penitencia
¿Mirar atrás será pasar
a ser de sal precaria estatua,
un perecer petrificado
preso en sí mismo, parte
del roto encanto de un paisaje
cuya música no logro más oír?
¿Debo matar lo que miré,
el mito que minuciosa
pliego y despliego,
grava para mi paso solo?
¿Ciega borrar lugares,
playas, vientos, el tiempo?
Sobre todas las cosas,
anular horas que se han vuelto inútiles
como lluvia que cae
sobre el mar implacable,
como mis propios pasos
si no son penitencia.
Cuadro
Construimos el orden de la mesa,
el follaje de la ilusión,
un festín de luces y sombras,
la apariencia del viaje en la inmovilidad.
Tensamos un blanco campo
para que en él esplendan
las reverberaciones del pensamiento
en torno del icono naciente.
Luego soltamos nuestros perros,
azuzamos la cacería,
la imagen serenísima, virtual,
cae desgarrada.
Obligaciones diarias
Acuérdate del pan,
no olvides aquella cera oscura
que hay que tender en las maderas,
ni la canela guarneciente,
ni otras especias necesarias.
Corre, corrige, vela,
verifica cada rito doméstico.
Atenida a la sal, a la miel,
a la harina, al vino inútil,
pisa sin más la inclinación ociosa,
la ardiente grita de tu cuerpo.
Pasa, por esta misma aguja enhebradora,
tarde tras tarde,
entre una tela y otra,
el agridulce sueño,
las porciones de cielo destrozado.
Y que siempre entre manos un ovillo
interminablemente se devane
como en las vueltas de otro laberinto.
Pero no pienses,
no procures,
teje.
De poco vale hacer memoria,
buscar favor entre los mitos.
Ariadna eres sin rescate
y sin constelación que te corone.
Llamada viva
Ponerse al margen
asistir a un pan
cantar un himno
menoscabarse en vano
abrogar voluntades
refrendar cataclismos
acompañar la soledad
no negarse a las quimeras
remansarse en el tomado
ir de lo ceñido a lo vasto
desde lo opaco a la centella
de comisión al sueño libre
ofrecerse a lo parco del día
si morir una hora tras otra
volver a comenzar cada noche
volar de lo distinto a lo idéntico
admirar miradores y sótanos
infligirse penarse concernirse
estar en busca de alma diferida
preparar un milagro entre la sombra
y llamar vida a lo que sabe a muerte.
Apenas vida
Sobrevida
Dame noche
las convenidas esperanzas,
dame no ya tu paz,
dame milagro,
dame al fin tu parcela,
porción del paraíso,
tu azul jardín cerrado,
tus pájaros sin canto.
Dame, en cuanto cierre
los ojos de la cara,
tus dos manos de sueño
que encaminan y hielan,
dame con qué encontrarme
dame, como una espada,
el camino que pasa
por el filo del miedo,
una luna sin sombra,
una música apenas oída
y ya aprendida,
dame, noche, verdad
para mí sola
tiempo para mí sola,
sobrevida.
Aclimatación
Viaje de vuelta
REGRESAR es
volver a ocuparse
de devolver a la tierra
el polvo de los últimos meses,
recibir del mundo
el correo dormido,
intentar saber
cuánto dura
una memoria de paloma.
También
reconocerse
como una abeja más,
que es para la colmena, apenas,
una unidad que zumba.
Eso, sólo una abeja más,
muy prescindible.
Saxífraga
LECCIÓN de la saxífraga:
florecer
entre piedras,
atreverse.
Mi homenaje
Ida Vitale
Ida Vitale (Montevideo,Uruguay, 2 de noviembre de 1923). Poeta, traductora, ensayista, profesora y crítica literaria, miembro del movimiento artístico “generación del 45” junto con otros escritores como Mario Benedetti, Juan Carlos Onetti, Carlos Maggi o Idea Vilariño .
Licenciada en Humanidades , en Uruguay trabajó como profesora de Literatura y colaboró en diversas revistas como Marcha, Asir, La Licorne, Época, Clinamen y Maldoror.
Tras el golpe de Estado acaecido en Uruguay en 1973 se exilia en México entre 1974 y 1984, allí conoció a Octavio Paz, quien la introdujo en el comité asesor de la revista Vuelta.
En 1989 se traslada a Austin (Texas) con su marido el poeta Enrique Fierro, hasta el fallecimiento del mismo, y regresa a Montevideo en 2017.
Algunas de sus obras de Poesía publicadas son :: «La luz de esta memoria» ( 1949), «Palabra dada»
( 1953), «Cada uno en su noche» ( 1960),«Oidor andante» ( 1972), «Jardín de sílice» ( 1980), «Elegías en el otoño» ( 1982 )«Parvo reino» ( 1984), «Sueños de la constancia» ( 1988),«Serie del sinsonte» ( 1992), «Procura de lo imposible» ( 1998), «Reducción del infinito» ( 2002), «Plantas y animales» ( 2003), y «El Abc de Byobu» ( 2005).
Algunas de sus obras de Crítica y Ensayo :
Juana de Ibarbourou (1968), José Santos González Vera o El humor serenísimo (1974)
Enrique Casaravilla Lemos, México (1984), Léxico de afinidades (1994), Donde vuela el camaleón (1996) o De plantas y animales: acercamientos literarios (2003).
Ida Vitale ha publicado también diversas traducciones literarias entre las que se cuentan títulos de Simone de Beauvoir, Gaston Bachelard, Luigi Pirandello o Jules Supervielle.
En 2010 es nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad de la República de Uruguay.
Ha recibido numerosos premios entre los que destacan en 2009 el Premio Octavio Paz de Poesía y ensayo, en 2014 el premio Alfonso Reyes, en 2015 el Premio Reina Sofía, en 2016 se le concedió el XIII Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca, en 2017 el Max Jacob, en 2018, el Premio Cervantes. En 2019 recibió la Medalla Delmira Agustini en su país por su aportación a la cultura.
Enlaces de interés :
https://elpais.com/cultura/2018/11/15/actualidad/1542268262_889172.html
https://cvc.cervantes.es/literatura/pocenar/pdf/04_vitale_es.pdf
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