Si un día me preguntas
Si un día me preguntas
y no te digo nada,
será porque me fui
tras la sombra del olvido,
será porque me he perdido
tras las huellas
de una noche desvelada,
será porque madrugué
huyéndole al polvo
que envenena mis pasos,
será porque me marché
a cazar en la oscuridad
de una cordillera lejana,
será porque le crecieron alas
a la sonrisa,
a los ojos que alumbran mi vida,
y se perdieron allende
la inmensidad del universo,
será porque ya tus senos
no cabalgan sobre mi llanura
y como dos rosas se marchitaron
entre las hojas de una madrugada.Si un día me preguntas
y te respondo ausente la mirada,
será porque me fui
más allá de las riberas del tiempo,
donde se extravió la primavera
y la intimidad
de las hojas secas del otoño.
Ausencia
Desde los escombros de mi cuerpo
azotado por el viento y la lluvia
renacen las ganas
de tiempos ya casi inmemoriales
cuando aquella noche
escribí mi vida sobre tu vientre
con espermas celestes.
Desde los restos de mi osamenta
busco tus manos
para rascarme la sed
del último suspiro
que ahogué entre tus piernas.
Desde esta celda
reclamo mi soledad
que una noche huyó contigo
dejándome solo
entre tus fantasmas y mis verdugos.
Mi mundo
Me detengo
en las esquinas de la nostalgia
para ver desfilar a las serpientes
que me envenenaron.Me asomo
a las venas de la noche
y veo todos los ojos tristes
que me han mirado.Miro a mi alrededor
y sólo veo reptiles
que se disputan el corazón
de una muñeca de trapos.Me miro por dentro
y veo a un hombre
ahogarse en las heces
de un cuarto de siglo.Luego me desnudo
y salgo a tomar café,
a amar a la noche
en la soledad de un cementerio.
**********
Añoranzas
¿Qué felicidad puede haber
dentro de estos muros
en estas interminables noches
de insomnio y desesperanza?
Todo quedó contigo,
lejano e intangible
como aquella tarde de julio.
A veces visito
la muralla que nos separa.
Intento recuperar
tantas oraciones perdidas
y pedirle a Dios
que nos libre de las langostas.
El poder
Hoy es día de fiesta
los poderosos mostrarán orgullosos
sus fastos al poder.
Los otros sacrificarán sus sueños
y la sumisión de sus antepasados.
Los pobres ¿Qué sacrificarán?
lo más seguro
es que devolverán al señor
la única riqueza que les regaló
le ofrecerán sus hijos
pero antes
esperarán hasta que el sol
se eleve dos palmeras sobre el horizonte
por si el arcángel quiere aparecer.
¿Quién sabe si no se repite el milagro?
y además
¡Dios es tan poderoso!
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Hijos del sol y el viento
Aún vivimos en las esquinas
de la nada
entre el norte y el sur de las estaciones.
Seguimos durmiendo
abrazando almohadas de piedra
como nuestros padres.
Perseguimos las mismas nubes
y reposamos bajo la sombra de las acacias desnudas.
Nos bebemos el té a sorbos de fuego
caminamos descalzos para no espantar el silencio.
Y a lo lejos
en las laderas del espejismo
todavía miramos, como cada tarde
las puestas de sol en el mar.
Y la misma mujer que se detiene
sobre las atalayas del crepúsculo
en el centro del mapa nos saluda.
Nos saluda y se pierde
en los ojos de un niño que sonríe
desde el regazo de la eternidad.
Aún esperamos la aurora siguiente
para volver a comenzar.
La opulencia de los pobres
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G
L
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S
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A
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MEZQUITASINAGOGAS
PAGODAS
Hermosas formas y alturas
se alzan en nombre de Dios
desafiando la miseria de los pobres
de los eternos vagabundos del señor
que pululan por las callejuelas de la vida
implorando al todopoderoso
un simple cobijo
donde abrigar su hambre de mañana.
**********
Amgala
Las olas del tiempo rompen
contra los muros de la memoria
erosionando las huellas
de mi infancia lejana.
La distancia,
engulle los indefensos recuerdos
que vagan dispersos a la deriva.
–El almuédano despierta la mañana—
y yo me acuerdo de ti, Amgala.
Bajo las estrellas
recito el nombre de Alá…
las suras del Corán,
esquivo la extraña mirada
y las lágrimas se derraman
sobre el cuaderno de lengua castellana.
De la aburrida escuela
me iba al encuentro con el mar
mi seco río de orillas blancas y tibias
collar dorado que acaricia
las sombras de las montañas y los pastores
riberas donde jugaba al escondite
con las olas y las flores.
–El almuédano perdió la voz
y el maestro cruzó la frontera—
Sola te quedaste, Amgala
sin vientre y sin senos
sin brazos y sin ojos
sin padre y sin mí.
Al duende parlanchín,
esclavo de tus pozos y alturas
se le ahogó la voz en la distancia.
–Ya no me responde—
¿Acaso murió de soledad…
o lo desterró la tormenta
que arrasó tus polvorientas calles
donde aún ruedan
mis sueños y mis canicas?
La tormenta,
arrancó la acacia
de los huesos colgantes
y secó el huerto
de los higos verdes y sandías.
Las mariposas
se quedaron sin niños
y se alejaron persiguiendo sonrisas
entre los proyectiles de la guerra.
–Tras los barrotes del invierno
espera, pacientemente, la primavera—
Esperas tú.
Espero yo.
Espera la mujer
que grita su último dolor
destrozando el silencio
y el niño que llega de madrugada.
Esperamos todos
en esta estéril inmensidad
que se extiende entre el cielo y la nada.
Amgala, sin mí te quedaste
pero quedaste conmigo
abrazada a mis venas
alimentando mi corazón
de caravanas de sal y de miel
de gacelas paleolíticas y golondrinas
de odres de leche y palmeras.
Sin mí te quedaste
pero conmigo volverás
para encontrarnos y pernoctar
bajo la sombra de tu aliento
en el interior de tu extraviada muralla
y quedarnos a solas
contigo y tus reliquias de barro y piedra.
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Si mañana
Si mañana desapareciera
en el infinito de la gruta del olvido
mi galaxia
yo podría reír o llorar
— Eso depende—
pero me gustaría más reír
y no darle el último adiós a mi vida.
Si llorara
mi llanto sería silencio
porque no solamente pierdo
mi galaxia
también pierdo la tuya.
Si mañana
súbitamente desapareciera
el dolor que deforma mis piernas
ofreceré a los senderos mis pasos
con amor
y repartiré mi corazón y mis manos
entre aquellos que son humanos
sólo porque aún pueden sentir
el dolor.
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Lágrimas de arena
Tiempo de escombros
que se derrama
sobre la miseria infantil.
El pan se fosiliza
en un horno fantasma
y la leche se evapora
en los pechos secos del espejismo.
El agua emigra hacia el norte
y un niño pregunta por el mar.
Las lágrimas de arena
surcan el rostro del viento.
Una madre sin esperanza
comienza a llorar
y un padre de impotencia
vuelve los ojos hacia La Meca
y se pone a rezar.
Ven
Ven a sentir la paz de la distancia
a contar las horas del exilio silencioso.
Ven a meditar sobre la gramática
de las hierbas secas de primavera.
Ven a sentir las caricias del siroco
en tu piel muerta.
Ven a besar el excitante polvo
de los caminos del viento.
Ven a escuchar los ecos del tiempo
en los ojos plateados de la memoria.
Ven a recordar juntos
el olor de la última lluvia.
Ven a sobar el vientre
de una cascabel grávida de palomas.
Ven a perseguir los espejismos
para saciar tu sed de vergüenza.
Ven a devorar las nuevas flores
que parió la ingratitud de las estaciones.
Ven a roer los huesos
que sobraron del banquete de la guerra.
Ven a beber el último vaso
del primer té de tu infancia.
Ven a escalar las alturas
de la añoranza perdida.
Ven a permutar tus dientes de leche
por los colmillos de la serpiente noctámbula.
Ven a mirarte el triste rostro
en el espejo de una mañana olvidada.
Ven con tus penas
Ven, incluso, con tus glorias.
Ven a llorar
sobre la tumba de una madre
que llora eternamente
para que tú derrames una lágrima.
La libertad y la lluvia
La lluvia casi siempre cae lejos, quizá es su manera de hacer que siempre estemos en movimiento. Su escasez nos despierta, nos incita a emprender la marcha, o a salir en busca de lo desconocido; nos obliga a mantener la vida. Llueve lejos, siempre lejos, como si alimentara una ilusión, nuestra esperanza. Ella juega y se esconde, ella es libre y se divierte. Le seguimos el rastro, las huellas que deja una nube peregrina, señales que sólo el corazón de un nómada percibe, interpreta: como la arena al abrigo de un pequeño arbusto, o la orientación de la entrada de un hormiguero, como una imperceptible fragancia o la fuerza del batir de unas alas de mariposa.
Un día cae, sin previo aviso, y nos precipitamos en un abrazo de humedad y tormenta…y aunque a veces nos sorprende con su cólera, nuestro amor es más grande que la rabia, los lamentos y lágrimas que su paso con dolor nos arranca.
La lluvia y la libertad, dos anhelos, dos sueños que nos acompañan y que vamos heredando generaciones tras generaciones. La lluvia, aunque tarda, suele llegar y cambiar, generalmente para bien, nuestros ánimos y renueva nuestras esperanzas. La libertad, sin embargo, sigue lejana, vedada, dolorosamente ausente.
¿Ha caído la lluvia? Pregunta que se repite por todos los caminos, en todos los encuentros, en todos los saludos.
¡Bendito sea quien tiene la respuesta afirmativa!
¡Sí, ha llovido!
(…Ha llovido también en Bashabshub
y ha llovido en las gargantas de Shergan.
Y desde allí hasta Argub
Laglat y las espaldas de Dirramán…)
El poeta, Salama Uld Ydud, en un poema conocido “Díganle a Yidehlu” anuncia la llegada de la lluvia a varios parajes del Sáhara.
En estos tiempos la llegada de la libertad, sería la mejor noticia.
¡Bendito sea quien la anuncie!
¡Una lluvia de libertad!
Mientras tanto seguimos, y aunque se hace de rogar, la lluvia cuando nos visita nos distrae, nos alienta. Y por unos breves momentos podemos sentir la pasión del efímero paso del agua, acariciando la tierra sedienta, fecundando con prisa las semillas de la espera.
LA POESÍA SAHARAUI
La poesía de tradición oral constituye, quizá el valor de identidad cultural más importante de los saharauis.De contenidos románticos, didácticos, religiosos y sobre todo geográficos. Además de contenidos patrióticos, la poesía es parte inseparable de lo que los saharauis entendemos por vida. La geografía del Sáhara, Zemur y sobre todo Tiris, constituyen una de las fuentes de inspiración más recurridas por la poesía saharaui. Cuando se vive en el desierto, cuando se haya observado sus noches estrelladas, o su luna llena, o cuando se pueden contemplar sus crepúsculos y auroras. Cuando se puede escuchar la inmensidad y la intensidad de sus silencios y sonidos, uno termina escribiéndole versos. Uno termina amando el desierto, el nuestro, o sea El Sáhara.El Sáhara está por encima de todas las adversidades a las que estamos condenados. Las osamentas blancas y limpias de camellos anclados en medio del desierto son la evidencia de un período de sequía. Entonces Zemur está triste, pero El Tiris llora amargamente lágrimas secas, polvorientas.Cuando el Tiris está desolado, solos se quedan los Galaba (montañas), solos se quedan Leyuad (Galaba), entonces sus lamentos en medio de las oscuras noches destrozan los corazones de los viajeros que sigilosos pasan sin detenerse, sin mirar. Pasan sin pasar. Cuando El Tiris está seco, El Sahara entero vive pendiente del cielo. Zemur está triste, pero sufre más por el estado del Tiris que por las llagas que desfiguran su rostro. Badi, uno de los poetas saharauis más importantes, conoce de sobra los rostros del Sáhara. Amargos y tristes, dulces y alegres. Las dos caras de un entorno que parece estar condenado a enseñarnos la esencia de la belleza, pero no cualquier belleza, sino la imprescindible, la necesaria. Lembeidí, es el título de un poema de Badi que describe El Tiris con toda su belleza. El poeta parte de la montaña de Lembeidí (Lembeidí y la duna que lo corona…) que se sitúa en el centro de Tiris, para hacer un recorrido por la región describiendo cada uadi cada valle, cada montaña… En otro poema suyo que se titula Tichuach (añoranza), el poeta vuelve después de muchos al Tiris de sus amores y contemplando la belleza del paisaje, evoca los tiempos en que El Tiris estaba lleno de jaimas, caravanas de camellos lo cruzaban a toda partes, los amigos estaban siempre cerca y la gente vivía feliz. El poeta ante el esplendor de su paisaje preferido, con el corazón encogido se pregunta por los amigos, por los dueños del Tiris, desterrados, ausentes, olvidados. Badi y tantos poetas saharauis conocen cada paraje de los cuatro puntos cardinales de nuestra geografía. Han recorrido El Sahara retratándola en versos que iban repartiendo, obsequiándolos allí donde les sorprendía la noche. En tu rostro pace la sombra/ Tu cabello se vuelve ceniciento/Pero no pierdes el embrujo con los años/ Tu belleza se hace aún más hermosa… El poeta del Tiris jura el amor eterno a su amada. Versos como éstos, el viento los esparce por El Sahara, fecundando las ganas, el misterio, el hechizo de éste pedazo de tierra que nos tiene tiernamente cautivos. Los acontecimientos más relevantes de nuestra historia. Los sueños y esperanzas, los éxitos y fracasos, la guerra, la muerte y la vida están reflejados en la poesía. La poesía en Hasanía, es la síntesis de nuestra historia, la enciclopedia de nuestra existencia, el archivo que guarda nuestra memoria. Además de la poesía en Hasanía, se escribe también poesía en árabe y español. La poesía en árabe aborda prácticamente los mismos temas que la poesía en Hasanía; pero se destaca su inclinación por reflejar la situación del pueblo saharaui y su lucha por la libertad y la independencia. Esto se debe a que la poesía escrita en árabe quizá empezó con la revolución, los primeros cantos de lucha, los primeros himnos patrióticos se crearon en Árabe. Entonces, también, con cierta timidez comenzaron a surgir los primeros versos en lengua española, teniendo como fondo, igualmente, la situación de guerra, de abandono, de invasión del territorio y del éxodo masivo de miles de saharauis hacia las fronteras vecinas. No es hasta finales de los ochenta y principios de los noventa cuando parece que comienzan a aparecer atisbos claros de una poesía seria, profunda, preocupada por todo lo que acontecía en su entorno, no solo la lucha del pueblo saharaui y sus aspiraciones de libertad, sino, también una evidente preocupación por lo que pasaba en el mundo. Además de temas que reflejan la vida cotidiana de la sociedad saharaui no exenta de sentimientos tan universales como el amor, la felicidad y la profunda pasión por hacer que la vida de los saharauis deje de ser rutinariamente triste y dolorosa. La poesía en español, a mi modo de ver, por la proyección y el eco que está teniendo, se convierte en un enlace, un puente que tiende a un rico encuentro entre la cultura autóctona saharaui y la cultura española e iberoamericana. La poesía saharaui, tanto en Hasanía, árabe como en castellano es un símbolo de lucha y de reivindicación de los saharauis por su libertad. Es la voz de miles de niños y mujeres que claman por volver al Tiris de sus sueños. |
Mohamed Salem Abdelfatah conocido como EBNU. Poeta saharaui, nacido en la pequeña ciudad de AGMALA (Sáhara Occidental) en 1968, es decir, la época en que el Sáhara era provincia española, iniciando, por tanto, sus primeros años escolares con un maestro español.
A finales del año 1975, cuando Ebnu tenia 8 años su familia tuvo que huir ante los ataques de Marruecos al pueblo saharaui, pero su padre quedo en el camino ya que murió en un bombardeo de la aviación marroquí, de hecho EBNU significa hijo de mártir, nombre que le dieron cuando era niño, a la muerte de su padre. Los niños saharauis pudieron salir a estudiar a oros países gracias a convenios internacionales y Ebnu fué enviado a Cuba. Muchos refugiados huyeron a Tinduf, Argelia, donde permanecen hasta hoy, mas de 40 años después.
Ebnu es licenciado en Lengua española y Literatura por el Instituto Superior Pedagógico de Pinar del Río, Cuba. Después de sus años en Cuba, Ebnu regresó a los campamentos de su tierra y pasó una temporada en España.
Es miembro fundador de la “Generación de la Amistad saharaui”. Ha participado en las antologías de poesía saharaui contemporánea “Añoranza” (Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de las Islas Baleares, 2002), “Bubisher” (Editorial Puentepalo. Las Palmas de Gran Canaria, 2003) “Aaiun, gritando lo que se siente” (Universidad Autónoma de Madrid, 2006), “Um Draiga” (Diputación de Zaragoza, 2007), “ 31” (Editorial Sombrerete y Sandblast, 2007) y la antología de relatos “Don Quijote, el azri de la badia saharaui” (Universidad de Alcalá de Henares, 2009).
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria publicó su poemario “Voz de fuego” en 2003.
En 2008 publicó “Nómada en exilio”.
Mohamed Salem Abdelfatah, ha sido el primer secretario de la embajada saharaui en Uruguay.
Enlaces de interes :
http://generaciondelaamistad.blogspot.com
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