11 Poemas de Ali Salem Iselmu

Mi despertar

Volcado en la profundidad de un mar sin límites

pretendí observar el sol desde las alturas

imaginarias de mis huellas.

Abierto al falso universo de mis pasos

se me olvidó recordar la decadencia

de mis emociones.

Veo traspasar los años, las gentes, y por fin

aparecen algunas historias inéditas de mi memoria.

Surge ya la nube cargada de fuego que apunta 

hacia la mar queriendo hundir mi único velero.

Entonces me levanto con el afán de perdonar 

y querer el perdón, cuando en realidad la aurora

está apagada hace ya tiempo.

La sequía

El verano termina, 

El otoño no llega

Y el invierno está por venir.

Todas las estaciones

Giran sin flores

Y sin aliento

Hacia un destino desconocido,

Pero hay una que llega con más fuerza

Y arrasa al camello,

Así deja al desierto 

Sin héroe y sin gloria.

Nos vuelve mudos y nos convierte

En los eternos vigilantes

De la próxima primavera.

La guerra

Ya no queda nada, 

sólo ruinas

detrás de tu devastador rastro.

Ya no queda nada,

sólo lamentos y lágrimas

después de tu cruel aparición.

Ya no queda nada,

ni antes ni después,

ni ahora,

que sigues siendo

el refugio del poder.

Abuelo

El ardor del pasado expresa tu nombre,

rescata tu historia,

antepone tus pensamientos

y enaltece tu largo transcurrir.

La memoria de la historia

te ofrece su homenaje,

te corona en el exilio.

El largo pasar de los años

te va llevando, abuelo, hacia

el futuro impredecible,

te recuerda las viejas epopeyas

llevándote de su mano,

incluso abrazándote.

La presencia de tu andar

cada día entre nosotros

y tu inagotable recuerdo

te llevan hacia la fuente de la gloria

en la que hallarás el sublime descanso de tu obra.

Vigilante

Si un día nuestro amor desapareciera

Recuerda que estoy en el más allá

Entre las estrellas.

Mi estrella brillará

Para que mi amor 

Se entremezcle con tu rabia y mi odio,

Así sólo me convertiré

En tu eterna reliquia navegando por el cielo.

Sukeina Aali-Taleb, Alí Salem Iselmu, Limam Boisha, Mohamed Alí Alí-Salem, Bahia Mahmud Awah (de pie) y (tumbada) Zahara Hasnaui, en el interior de la librería Ocho y Medio, en Madrid. / Foto de Ana Nance

El desafío

Los rostros cambian,

Por los años,

Por el tiempo,

Incluso terminan

Y quedan para siempre

Inexpresivos.

Lejos palpitan los corazones

Desnudos de esperanza,

Ahogados en las penurias de la civilización,

Se consolidan países,

Nacen otros,

Pero hay algunos que se mantienen en pie

Esperando al naciente sol.

Crecen los desvelos,

Y ya no existen lámparas mágicas,

Todos entramos en la desafortunada profesión de la tecnología,

Lejos de defender nuestro lecho.

Humanidad que sin rumbo vas,

A algún lugar irás,

Donde no reine 

la globalización incierta de nuestro andar.

Reflexión

El tiempo se impacienta de agonía y dolor

mientras las frías noches se conservan en cada esquina.

La larga peregrinación penetra en el nuevo milenio.

Nuestras almas se alimentan lentamente de hermosas visiones.

Quiero contener la calma sobre ese olvidado pecho

dibujar sus encantos para deshacerme de la desdicha

empujar con fuerza para alcanzarte y nunca volver los ojos hacia atrás

Vivir la evasión de los días en busca de la bondad de los recuerdos

para contemplar mi arraigada memoria.

Pero no levantar las montañas para ver las infinitas estrellas

si no recordar, porque en cada recuerdo

hay un sueño sobre el cual descansa mi alma.

Enlazar la fuerza para alcanzar la inseparable línea 

del camino iniciático de la vida.

No ver más pastos hasta darme cuenta de cómo fue la última lluvia

que quiso remediar la existencia de un desierto

convertido en una hermosa sabana.

Saber que la alegría es un remedio de cada instante,

es un escape y no una delegación de cada sonrisa

percibida después de una profunda lágrima

La pasión de los olvidados

Las paredes de adobe se reflejan 

en la inmensidad del desierto.

Ellas cubren y guardan por mucho tiempo 

el deseo reprimido de los muertos y vivos.

Se alzan en la memoria de los olvidados 

que se enfilan hacia la razón,

en el tren de cada vuelta que da la vida.

Huelen con pasión el perfume 

del último vaso de agua.

Buscan en el brillo de cada estrella

el inicio y el fin de cada esperanza.

El espejo

Mirarte desde lejos, mirarte de cerca

y volver hacia la inquietante mirada, 

es verte en el espejo de la esperanza

porque vos no estas perdida.

Estás perdida porque te han robado 

el espejismo de la virtud

para condecorarte con la perdición.

Yaces entre el látigo de las auroras

que te consumen impacientemente.

No mueres porque el rostro de aquella mirada

existe en el más allá,

fuera de ese enajenado abismo.

La cercanía del bravo rostro hace de ellos

una cruel mano manchada de sangre.

Pero no te vengarás porque no hay mayor venganza 

que caer de rodillas y pedir el perdón.

La guerra de los derrotados

Tristes días
niños entre los escombros
de un parque de polvo
donde el pan se quema,
la muerte de la vida
el silencio de una maestra
sus pasos entre cadáveres,
nada es sagrado y santo
en la Tierra Prometida
sangre sobre las heridas,
otra muerte.

Es la guerra de los derrotados
los elegidos de Dios
que olvidaron el valle fértil
las aguas del río Jordán
donde un pueblo
escuchó la palabra sagrada
la del prójimo
que no quería la muerte.

Canto al amor

El amor navega sobre las olas del tiempo

y navega sobre el olimpo de nuestras vivencias.

El amor se transforma en ese efímero instante 

que penetra en el tic-tac de los segundos.

El amor no es ocurrente ni pasajero,

es audaz en su supervivencia.

El amor surge de sus aplastantes reveses

desafiando sus propias contradicciones.

El amor no se apaga como una luz,

brilla como un astro en el centro de la existencia.

El amor es la fiebre espiritual sin medicinas 

ni diagnósticos.

El amor es eterno en su procreación

abriendo todas las páginas.

El amor es entonces la cárcel de nuestros 

deseos, la libertad de nuestra imaginación,

es toda nuestra gloria resumida en un acto, 

es ya el momento cumbre de la vida hecha

resignación detrás de su eco.

Ali Salem Iselmu (Dajla, región de Tiris, Sahara Occidental, 1970). Poeta, escritor y licenciado en periodismo. Es miembro fundador del grupo de escritores saharauis Generación de la Amistad. Conferenciante sobre la literatura e historia del proceso de liberación nacional saharaui en diferentes universidades y eventos internacionales, colaborador con varios periódicos y portales digitales que tratan el conflicto del Sahara Occidental y su historia. Reside actualmente en Vitoria Gasteiz, País Vasco, España.

Enlaces de interés :

https://ricardogomez.com/paraleer/poetassaharauis/

https://www.elcorreo.com/alava/araba/ali-salem-conflicto-sahara-afecta-literatura-20240216001556-nt.html?ref=https%3A%2F%2Fwww.elcorreo.com%2Falava%2Faraba%2Fali-salem-conflicto-sahara-afecta-literatura-20240216001556-nt.html

https://noteolvidesdelsaharaoccidental.org/historias-del-exilio-relato-de-ali-salem-iselmu-abderrahaman-en-pressenza/


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